El Barça está en un momento de crisis a nivel deportivo. Después de perder contra el Manchester United y de quedar eliminado de la Europa League, el último fracaso fue en la Liga Santander contra el Almería. Y eso significa que las cosas no van nada bien. Pero es que Xavi Hernández lleva unos días muy enfadado más que por el juego, por la actitud del equipo culé.
El Barça falló contra el Almería
Fue precisamente en el duelo contra el Almería cuando el entrenador blaugrana se enfadó más. "Es el peor partido de la temporada, tanto en ataque como en defensa, como en la construcción y la intensidad. No ha salido nada", dijo Xavi Hernández después del partido. Pero es que siguió con su discurso catastrofista: "Podemos fallar, pero en la primera parte no hemos mostrado ni pasión ni alma. Hemos fallado, hay que pedir disculpas a la afición. Hoy no podíamos pinchar de ninguna manera, perdemos una oportunidad de oro".

Una muestra más que evidente de un Xavi Hernández muy enfadado con sus futbolistas. El juego fue el que fue por culpa de falta de actitud. Y eso provocó que el conjunto blaugrana acabara derrotado en el estadio Juegos Mediterráneos.
Pero de esta situación de contradicción sobre todo lo centra en la primera parte. El entrenador blaugrana hizo especial énfasis en los primeros 45 minutos del equipo, dejándose ir, pensando que lo tenían todo ganado y sin ir a todas. Y por eso encajaron cómo encajaron la sorpresa del Almería.

La peor bronca de Xavi Hernández
Pero es que Xavi Hernández, desatado, hizo una bronca muy grande a toda la plantilla. El conjunto del equipo fue el protagonista. Tal como informa el As, Xavi Hernández dijo a sus jugadores al descanso que "si no tenéis alma, no podéis jugar en el Barça". Pero su discurso no se acabó acabar aquí y añadió que "no podemos seguir un minuto más así, que somos el Barcelona y nos están toreando". Xavi Hernández dijo a sus jugadores que "ya no os pido que juguéis mejor o peor, sinó que tengáis orgullo".
Fue uno de los discursos más agresivos de Xavi Hernández a sus jugadores. No mostraron actitud y no estuvieron a la altura. Por eso el entrenador de Terrassa les dio un toque de atención cuando todavía estaban a tiempo de revertir la situación. Sin embargo, finalmente no hubo suficiente coraje ni calidad para remar a contracorriente y remontar el partido. Ni para conseguir un solo punto.