La dirección deportiva del FC Barcelona vuelve a estar en el centro de las operaciones del mercado estival. Con la adquisición del portero Joan García (25 millones de euros al Espanyol) ya confirmada, y con el deseo firme de incorporar a Nico Williams —por quien el club está dispuesto a abonar los 58 millones de su cláusula de rescisión—, el Barça se ve forzado a aligerar plantilla y generar ingresos inmediatos. Uno de los nombres que más interés ha despertado entre los grandes de Europa es Fermín López, quien tras una temporada revelación con Hansi Flick en el banquillo, podría convertirse en venta estratégica.
Según fuentes próximas al entorno del club, el Chelsea ha vuelto a preguntar por la situación de Fermín, tras una primera toma de contacto en mayo. En esta ocasión, la propuesta se presenta como "más que tentadora", aunque desde los despachos del Camp Nou se ha dejado claro que no se escucharán ofertas por debajo de los 50 millones de euros. La necesidad de cuadrar balances podría acelerar los movimientos.
Un activo clave y cotizado en la nueva era de Flick
Fermín, con solo 21 años, ha sido una de las grandes sorpresas de la temporada 2024/25. En total, el centrocampista ha disputado 28 partidos, anotando 6 goles y repartiendo 5 asistencias, cifras que lo sitúan entre los jóvenes con más impacto ofensivo del curso. Más allá de los números, su evolución táctica y mental ha sido notable: ha sabido adaptarse al ritmo de la élite con una madurez inusual, interpretando el juego interior como pocos en la plantilla.
Flick confía en él, y en privado lo considera un perfil muy útil por su versatilidad y agresividad sin balón. Sin embargo, la planificación deportiva está supeditada a las urgencias económicas. El fichaje de Williams, que se ve como una incorporación estratégica para la delantera por su potencia, desborde y capacidad de ruptura, no será viable sin una gran venta previa. Y Fermín es uno de los pocos con mercado real y sin ficha inasumible.
El Chelsea aprieta: juventud, proyección y Premier
En Londres valoran su estilo competitivo, su físico adaptable al ritmo de la Premier League y su bajo historial de lesiones. Con un proyecto rejuvenecido bajo la tutela de Enzo Maresca, Fermín encajaría como pieza ideal para un centro del campo que busca dinamismo y llegada desde segunda línea. La oferta inglesa incluiría variables que podrían elevar el montante final a cifras cercanas a las exigidas por el Barça.
El problema, como siempre, es el tiempo: el club azulgrana necesita vender antes del cierre del ejercicio económico y cerrar la operación Williams lo antes posible para evitar subastas con otros clubes. Por tanto, la tentación de dejar salir a Fermín, pese a su rol importante con Flick, gana enteros en los pasillos del club.
En el Barça saben que desprenderse de uno de los jugadores más prometedores del vestuario puede pasar factura a medio plazo, pero las urgencias económicas vuelven a marcar el paso de la planificación deportiva.