Ya es oficial. El Girona puede situarse en posiciones de descenso por primera vez desde su ascenso si este miércoles el Levante puntúa contra el Betis en Valencia. Los de Eusebio Sacristán, en el partido más importante de su historia en la máxima categoría del fútbol español, han perpetrado una actuación difícil de explicar contra el Valladolid y han acabado perdiendo por la mínima (1-0). Cosas que pasan cuando buscas el empate descaradamente desde el minuto 1. La falta de ambición rojiblanca la han aprovechado los castellanos, que con un solitario gol de Míchel han sumado los 3 puntos y han superado el Girona en la clasificación. Los de Montilivi quedan muy tocados, pero Eusebio todavía más.

Defensa de 5 y a especular

Pánico. Tensión. Sudor frío. Todas las sensaciones que los aficionados del Girona han vivido antes y durante la disputa del partido se han trasladado a los futbolistas de Eusebio. La primera parte de los rojiblancos ha sido difícil de explicar: en un momento de vital importancia, el entrenador vallisoletano ha apostado por el sistema de carrileros de Pablo Machín pero la estrategia no ha funcionado.

En los primeros minutos de partido, el Valladolid ha dominado la posesión con mucha claridad y, envalentonado por su afición, ha ido a buscar el primer gol de la noche sin miedo. Los castellanos llegaban al duelo dos puntos por debajo del Girona y no podían conformarse con un empate, mientras que los gerundenses tenían más margen de maniobra.

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EFE

Por este motivo, Eusebio ha sido más defensivo que de costumbre y ha situado a un central como Jonás Ramalho de carrilero derecho. Apuesta arriesgada, cuando menos.

Sin profundidad y con las piernas patitiesas, los jugadores del Girona no han encontrado la portería de Jordi Masip en toda la primera mitad. El Valladolid, en cambio sí que han tenido ocasiones para ponerse por delante. Waldo lo ha probado en el minuto 6 con un obús desde fuera el área y él mismo también ha podido condenar al Girona en el 27, pero Yassine Bono, un día más, ha salvado a sus compañeros. Cuando Martínez Munuera ha señalado el descanso, las caras de los gerundenses eran un poema.

Reacción inexistente

A Eusebio se le ha acabado el crédito. Probablemente no rodarán cabezas porque está en un club donde las decisiones se toman con la cabeza fría, pero en otra entidad ya no sería entrenador del Girona.

En la primera parte su equipo ha renunciado a buscar un gol y en la segunda, aunque parezca increíble, ha pasado lo mismo. El entrenador rojiblanco ha decidido firmar el 0-0 y cuando eso pasa, normalmente lo pagas.

Así, sin hacer nada del otro mundo, el Valladolid ha marcado el primer gol del partido en una jugada donde la defensa del Girona ha demostrado una falta de intensidad incomprensible. La diana la ha conseguido Míchel con un disparo colocado desde la media luna del área. Bono, a veces providencial, no se ha estirado lo suficiente.

Muniesa Guardiola Valladolid Girona @RealValladolid

Real Valladolid

Y entonces sí. Después de recibir el gol, Eusebio ha despertado después de una larga siesta vallisoletana y ha movido ficha. En el minuto 72, el técnico ha retirado a un defensa como Muniesa y ha introducido a un delantero, Seydou Doumbia. Pero ya era demasiado tarde.

Entradas, pases fallados y tensión. A partir de este momento el partido ha tenido todo tipo de ingredientes, pero las ocasiones han brillado por su ausencia. De hecho, el único equipo que ha podido marcar ha sido el Valladolid gracias a un disparo cruzado de Óscar Plano.

Cuándo quedaban menos de cinco minutos de partido, y como si quisiera provocar a la parroquia rojiblanca, Eusebio ha introducido, por fin, a Pedro Porro. Pero no había nada que hacer. El Girona ha muerto luchando, pero no en el sentido metafórico. El tiempo de añadido sólo ha servido para que sus jugadores se involucraran en una trifulca eterna y desesperante.

El Girona enlaza seis derrotas consecutivas y las opciones de bajar a Segunda son más reales que nunca. Los de Montilivi tienen 4 jornadas para demostrar que son de Primera: Sevilla y Levante en casa y Getafe y Alavés a domicilio. El margen es inexistente y sólo vale puntuar, especialmente contra los valencianos.