El Espanyol no ha podido llevarse un resultado positivo de Mestalla a pesar de competir de tú a tú contra el Valencia (1-0). Los de Quique Sánchez Flores, que hoy no ha estado en el feudo valenciano por culpa de un proceso vírico, se han vuelto a hacer grandes en un escenario exigente, pero no han encontrado la forma de igualar el gol de Rodrigo.

Mal día para reconciliarse con la pelota

Seamos sinceros. Si bien es cierto que el Espanyol está acabando una temporada que ha sido decepcionante en muchos aspectos, no lo es menos, que, contra los equipos grandes de la Liga, los pericos han dado la cara. Resultados al margen, los blanquiazules se han hecho grandes en los escenarios de más prestigio y contra los rivales de más nivel. Barça, Atlético de Madrid, Real Madrid y Valencia lo pudieron comprobar de primera mano en Cornellà... y los valencianos lo han vuelto a hacer hoy en su campo.

A pesar de no merecerlo, el conjunto che fue el único de los cuatro primeros clasificados en ganar en el RCDE Stadium; y sin hacer tampoco los merecimientos necesarios en el partido de la segunda vuelta, hoy como locales, los de Marcelino también se han acabado llevando los tres puntos. Mestalla ha recibido a un Espanyol irreconocible a nivel positivo que ha puesto a los suyos contra las cuerdas... pero la suerte ha vuelto a sonreír a los mismos.

Los hoy comandados por Antonio Díaz, entrenador asistente y analista técnico, han mimado a la pelota como nunca, la han movido de un lado a otro en busca de oportunidades y eso se ha traducido en algunas oportunidades claras. Sin ir más lejos, Gerard Moreno ha visto portería a los 20 segundos de partido, pero el árbitro ha anulado el tanto por un ajustado fuera de juego. Las rotaciones (Hermoso ha vuelto a jugar después de nueve partidos y Melendo ha sido titular en detrimento de Baptistao y Sergio García) se han hecho notar también en sentido provechoso.

Con la cabeza alta

No obstante, los catalanes han escogido el peor día para ser proactivos, pues en frente tenían a uno de los equipos que más cómodo se siente jugando a hacer daño a partir de las transiciones. Marcelino Garcia Toral ha devuelto la sonrisa al Valencia con un juego eficaz, vertical y poderoso en las áreas, pero Rodrigo también tiene parte de culpa. El delantero español sólo ha necesitado seis minutos para marcar su decimoquinto gol de la temporada y estropear la gran primera parte del Espanyol.

Antes del descanso, uno y otro equipo han tenido ocasiones para mover más el marcador, pero Neto y Pau se han encargado de demostrar que son dos porteros difíciles de batir. En la reanudación, la posesión visitante se ha diluido en un partido de ida y vuelta en el cual el Valencia se ha mostrado superior, pero no más cómodo que durante los primeros 45 minutos. Los blanquiazules han seguido mostrando una versión que ha aprobado el examen de orgullo que tenía en Mestalla, donde ha llegado instalado en tierra de nadie y sin más objetivo que competir.

Después de unas cuantas jornadas, los aficionados del Espanyol han podido disfrutar de un buen partido de sus futbolistas. Y, por qué no decirlo, también de una buena actuación de sus rivales y, en consecuencia, de un domingo de fútbol entretenido y de nivel. Esta temporada, la realidad es que los compromisos grandes engrandecen a los pericos. En fútbol, carácter, intensidad y estrategia. En todo.

El desgaste ha provocado que el Espanyol llegara sin gasolina a los instantes finales, justamente cuando más la necesitaba. Los de Quique han competido contra todo un Valencia y  han acabado cayendo. Eso sí, lo han hecho con la cabeza bien alta. La próxima jornada, los blanquiazules tienen la oportunidad, en el campo del Getafe, de seguir motivando a sus aficionados con actuaciones a la altura de lo que la institución perica requiere.