Neymar no juega, está en Brasil preparando su participación en los Juegos Olímpicos de su país, pero fue el protagonista principal en el balance de temporada que presentó Josep María Bartomeu. Más de uno esperaba que el presidente anunciara una bomba mediática, que dicho de forma deportiva sería un fichaje importante para el primer equipo de fútbol, pero lo más impactante que anunció fue la próxima renovación de Neymar por cinco temporadas más. Después de los insistentes rumores sobre la posible salida del jugador brasileño, en el que se barajaron los nombres de diversos clubs europeos, resulta que el gran fichaje del Barça para la próxima temporada es Neymar. Eso sí cuando el estómago ya protestaba de tanto Neymar, apareció Umtiti, un central francés de 22 años por el que el Barça pagará 25 millones al Olympique Lyon.

Seguro que para más de un periodista Bartomeu decepcionó en su comparecencia. Que el club socialmente evoluciona, no interesa a la prensa. Que económicamente haya tenido unos ingresos de 670 millones de euros, 62 millones más de lo presupuesto, no es un tema que domine la prensa deportiva; que baje la deuda de 320 millones a 280, mucho menos. La noticia que habría tenido repercusión hubiera sido que ha aumentado la deuda y que ingresos no ha habido. Que el club ha firmado un contrato récord con Nike y aspira a tener el mejor contrato con el patrocinador de la camiseta, ya está muy hablado. 

Que el club tiene el objetivo de ser aún más grande, más global, que abre oficinas en Nueva York, que está en marcha un proyecto con las universidades, que la Fundación dedica sus recursos a los niños, tampoco son noticias de primera línea. Que hay una empresa americana que en los próximos meses pondrá en el mercado el nombre del Espai Barça, también es un tema económico más propio de los tiempos de Josep Lluís Núñez cuando el equipo no ganaba títulos. Y que ahora se puede presumir de un dato extraordinario que dice que de nueve títulos disputados el equipo de Luis Enrique ha ganado siete, eso se da por descontado.

Lo que más importaba del balance era ese acuerdo que han logrado los abogados Cristóbal Martell, José Ángel González Franco y el equipo jurídico del club con la Fiscalía y la Abogacía del Estado por el caso Neymar, pacto que ha sido explicado por pasiva y por activa pero que muchos siguen viendo como un compadreo para salvar la imagen del expresidente Sandro Rosell y del propio Bartomeu en detrimento de la del club.

El presidente volvió a dar explicaciones, volvió a reconocer que el club cometió un error fiscal en el momento de firmar el contrato de Neymar, y volvió a comprometerse a desnudar nuevamente el contrato de Neymar ante el interés por saber cuánto había sido el coste final del brasileño. No eludió Bartomeu ninguna pregunta durante casi cuatro horas de comparecencia ante los medios informativos. Y reconoció que hay muchas cosas que no se hacen bien en el club, pero que el objetivo es corregirlas y mejorarlas.

Bartomeu se agarró a la paciencia, esa que dicen que tanto éxito le ha dado en sus negocios particulares, para indicar que es cuestión de tiempo firmar un acuerdo con la firma que patrocinará la camiseta. "El tiempo nos dará un buen acuerdo", dijo. Desde luego, a él, paciencia no le falta.  Y suerte que apareció Umtiti.