El juicio que debía comenzar hoy en Barcelona contra K.G.B., un aficionado del Espanyol que en el año 2020 gritó e hizo gestos racistas al jugador negro del Bilbao, Iñaki Williams, cuando fue cambiado durante el partido entre los vascos y los catalanes en el RCDE Stadium, no se celebrará y el acusado no entrará en prisión. La Fiscalía pedía dos años de cárcel y cinco más de prohibición de entrada en estadios deportivos. El mismo acusado, sin embargo, ha aceptado una pena antes del inicio del juicio y se ha producido la conformidad entre las partes -Fiscalía y LaLiga- antes de las declaraciones del acusado y también del perjudicado, el jugador vasco, que estaba prevista por videoconferencia.
Finalmente, pues, será condenado a un año de prisión y a una multa de 1.086 euros por un delito contra los derechos fundamentales y la integridad moral. La Fiscalía y LaLiga, que actúa como acusación en la causa, han aceptado esta reducción en sus peticiones y cerrar el caso. Todo parece indicar que la Audiència de Barcelona, ahora que la sentencia es firme, suspenderá la pena de prisión y eso evitará que este aficionado blanquiazul tenga que entrar en la cárcel. La condena también incluye cuatro años de inhabilitación para trabajar en los ámbitos educativos o relacionados con el deporte y dos de prohibición de acercarse a un estadio de fútbol de cualquier categoría. La denuncia y la petición de la Fiscalía por los delitos de odio contra los aficionados que insultaron a Williams —finalmente solo se pudo formalizar contra uno de ellos, identificado por las cámaras por los Mossos— fue la primera que se hizo en el Estado.
"Uh, uh, uh, uh"
Este incidente racista ocurrió el 25 de enero de 2020, durante un partido de Liga entre el Espanyol y el Athletic Club en Cornellà-El Prat. Fue sustituido Iñaki Williams, jugador negro del equipo visitante, y recibió abucheos e insultos racistas cuando era cambiado por un compañero suyo durante el partido. En concreto, sostiene la Fiscalía en el escrito de acusación que hoy ha asumido íntegramente el investigado, parte de los aficionados del Espanyol abuchearon al futbolista negro simulando los gestos de los monos y gritando repetidamente "uh, uh, uh, uh", onomatopeya con la que pretendían imitar los sonidos de los monos.
Los silbidos procedían de una parte del estadio blanquiazul situada en el sector 108 de la grada, donde estaba K.G.B., de nacionalidad española, quien "personalmente, entre muchos", según la Fiscalía, actuó "obrando con evidente desprecio al color negro de la piel del jugador". El acusado profirió gritos y escenificó "gestos de desprecio de carácter racista" contra Williams, generando en el futbolista "sentimientos de frustración, vergüenza y humillación", con el consiguiente menoscabo de su dignidad, según el relato que ha aceptado este miércoles el acusado, y recoge EFE.
A causa del acuerdo alcanzado entre defensas y acusaciones, la Audiència ha dictado sentencia sin necesidad de practicar el resto de pruebas del juicio, que incluían la testifical del propio Iñaki Williams. El jugador del Bilbao, durante la investigación del caso, cuando fue escuchado en declaración ante el juez instructor, aseguró que se sintió "humillado" por los insultos racistas y confesó sentirse indignado porque hechos de esta naturaleza se sigan produciendo en pleno siglo XXI.