Todd Boehly ha comenzado a mandar en el Chelsea, y ya ha avisado a sus jugadores de que no tiene intención de hacer grandes cambios en la entidad. Es decir, que quiere respetar todo lo que Roman Abramovich había construido, y no pretende hacer muchos cambios, ni en la directiva ni en el cuerpo técnico. En otras palabras, Thomas Tuchel seguirá siendo el entrenador, y solamente cerrará las salidas y los fichajes que él pida, aunque ya hay dos marchas confirmadas.
Esas serán las de Antonio Rüdiger y Andreas Christensen, que acaban contrato en el mes de junio, y tienen todo pactado con el Real Madrid y con el Barça, respectivamente. También se pueden marchar Romelu Lukaku, Hakim Ziyech o Marcos Alonso, otro futbolista tentado por Joan Laporta. Pero los de Xavi Hernández se arriesgan a sufrir una venganza muy dolorosa, pues desde Stamford Bridge preparan una propuesta irrechazable a una estrella azulgrana.
Se trata de Pablo Paéz ‘Gavi’, con el que los ‘blues’ mantuvieron varias conversaciones, pero todo se paralizó hasta que no resolvieran los problemas institucionales que atravesaban. Una vez ya son cosa del pasado, tienen intención de volver a la carga por el ex del Betis, que aún no ha renovado su contrato. Es decir, que sigue quedando libre en 2023, y tiene una cláusula de rescisión de 50 millones de euros, que pueden pagar sin ningún tipo de problema.
La tarea más complicada será convencer al centrocampista de 17 años, que está muy contento en el Camp Nou, donde se siente muy querido. Es uno de los favoritos de la afición, y tiene la total confianza del entrenador catalán, que le ha dado minutos y regularidad. Su intención es renovar, y el acuerdo estaría cercano, pero Boehly confía en convencerle con una propuesta muy superior desde el punto de vista económico, pues le pagaría el doble.
Prácticamente siete ‘kilos’ limpios por curso es el salario con el que el Chelsea tienta al internacional español, además de la posibilidad de poder competir en la Premier League.
Gavi prioriza otras cosas antes que el dinero
No obstante, parece complicado que Gavi acabe aceptando su salida del Barça. Se siente como en casa allí, pues lleva prácticamente toda la vida en La Masía, a la que ingresó siendo un niño de 11 años. Y cree en el proyecto que tiene Xavi, donde él es una de las columnas vertebrales.
Así que Laporta puede estar tranquilo, pero no debe de relajarse, y está obligado a cerrar el acuerdo con él y con su agente, Iván de la Peña, lo antes posible.
Porque nunca se pueden descartar sorpresas de última hora.