El Barça lleva cinco partidos oficiales esta temporada y ya ha demostrado que tiene muchos problemas a resolver. Cuatro partidos de Liga, uno de Champions League y sólo dos victorias. Los partidos que los blaugrana han jugado en el Camp Nou han sido plácidos y han acabado en goleada, pero lejos de Barcelona se han empatado dos partidos y han perdido otro.

Las dudas han surgido en el entorno culé, pero algunas de las explicaciones se pueden entender con las lesiones. Leo Messi, Luis Suárez y Ousmane Dembélé han tenido que visitar la enfermería en el inicio de temporada y este hecho ha trastocado los planes del equipo. Griezmann ha sacado la cabeza, pero no ha podido demostrar casi nada, y Ernesto Valverde se ha tenido que sacar de la manga la carta de Ansu Fati.

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Si los resultados no han sido nada positivos fuera de casa y se ha evidenciado la falta de gol sin las grandes estrellas, otro de los grandes problemas ha sido defensivo. En la línea de la defensa no ha habido fichajes y los que el año pasado defendieron al Barça continúan en el mismo sitio. Pero no se hubiera hablado de ellos si no hubieran encajado siete goles en los primeros cinco partidos disputados de este curso.

Pero este pasado martes en la visita del Signal Iduna Park, uno de los estadios más complicados que verán en este inicio de temporada, ha habido una nota positiva. El Barça sigue sin ganar fuera de casa, pero la portería se ha quedado a cero por primera vez. Marc-André Ter Stegen, el portero del Barça. se convirtió en la gran figura del debut blaugrana en la Champions, incluso parando un penalti.

El portero alemán se convirtió en un muro en su país, para intentar callar a los detractores que tiene en la selección alemana que todavía lo quieren ver más años de suplente de Neuer. Contra el Borussia Dortmund sus intervenciones fueron una pesadilla. Ni Messi fue tan diferencial en los treinta minutos que disputó.

Ter Stegen cerró con llave su portería y sus cuatro paradas, de mucho mérito, acabaron por desesperar a un Dortmund que mereció la victoria. Eso sí, el Barça puede estar contento porque sacó un punto de la visita más complicada de la fase de grupos de la Champions y por primera vez dejó la portería a cero. Primer problema solucionado.