El Rostov, equipo entrenado por el exfutbolista Valeri Karpin, sufrió este viernes una contundente derrota contra el Sochi. El partido, correspondiendo a la jornada 23 de la Premier League de Rusia, acabó con un increíble resultado de 10-1 por culpa directa del coronavirus.

Seis positivos en el equipo obligaron a pasar la cuarentena a toda la plantilla, incluido el cuerpo técnico del Rostov. Y este hecho no impidió que la competición se detuviera en su caso o, al menos, se aplazara el partido, porque el conjunto local se negó.

El Rostov, cuarto clasificado, viajó al mar Negro con un equipo integrado por jugadores del filial y juveniles, el más joven de los cuales tenía 17 años y dos meses. Y la juventud, la experiencia y también de calidad marcó las diferencias. Diez goles para los locales y uno para los visitantes.