La situación de Pablo Torre en el FC Barcelona ha llegado a un punto sin retorno. Lo que en su día fue una apuesta de futuro ahora se ha convertido en un problema incómodo para el club. Ya no se cuenta con él ni para la pretemporada. Y es que Hansi Flick, el nuevo técnico culé, ha sido muy claro desde el primer momento: no quiere a Pablo ni un día más en la dinámica del primer equipo.
La relación entre el jugador y el club vive una tensión creciente. El cántabro, de 22 años, no ha logrado convencer ni con su rendimiento ni con su actitud. A pesar de sus cualidades técnicas, Torre no ha explotado en can Barça y, tras un paso discreto por la sub-21, su situación no ha mejorado. La Eurocopa sub-21, en la que debía revalorizarse, ha sido más bien una confirmación de que no llega rodado ni con ritmo competitivo. Solo jugó de inicio en los dos primeros partidos, y fue sustituido en ambos sin dejar huella.
Pablo Torre firma su sentencia con Hansi Flick
En paralelo, desde los despachos, el Barça ya ha activado la maquinaria para buscarle una salida inmediata. No quieren perder el vínculo con un jugador por el que apostaron fuerte, pero sí dejarlo fuera del proyecto 2025-26. La idea sería encontrar una cesión con opción de recompra o una venta con cláusula de control. Pero si no hay colaboración, el club está dispuesto a tomar medidas drásticas.
Porque lo que ha encendido todas las alarmas ha sido su reciente entrevista con Sport. En ella, Pablo fue directo: no entendía las decisiones de Flick, consideraba que no había sido tratado con justicia y dejó en el aire un mensaje que molestó en la dirección técnica. Si bien evitó palabras subidas de tono, sus declaraciones han sido interpretadas como una crítica al cuerpo técnico, algo que Flick no está dispuesto a tolerar en su vestuario.
El Barça inicia la pretemporada el próximo 13 de julio, y no quiere que Pablo Torre esté presente. Ya no se trata solo de un tema deportivo, sino también de disciplina interna. La sensación en el club es que "o se va por las buenas o lo echarán por las malas". El técnico alemán no quiere distracciones ni elementos que puedan contaminar el ambiente del grupo.