El Barça se asoma al tramo final de la temporada con la mirada fija en el siguiente curso. La crisis deportiva y económica en la que está inmersa el club hace que Joan Laporta siga buscando nuevas fórmulas que puedan aportar beneficios económicos a la entidad, con el objetivo de poder reforzarse adecuadamente una vez llegue el nuevo entrenador que sustituya a Xavi Hernández.

Con un sinfín de palancas activadas, las últimas de las cuales han traído más problemas que soluciones, el presidente blaugrana se ha resignado a aceptar que tendrá que hacer ventas dolorosas si quiere equilibrar los presupuestos. Y esto implica dejar salir a jugadores importantes, por los que le puedan ofrecer una gran cantidad de dinero. El principal jugador que cumple estos requisitos está en la defensa, con el nombre de Ronald Araujo.

Ronald Araujo triste Barça / Foto: EFE
Ronald Araujo decepcionado durante un partido / Foto: EFE

Araujo, una salida dolorosa

El central uruguayo cumple su cuarta temporada en el primer equipo como uno de los líderes de este. Su valentía, entrega y potencia física lo han hecho el gran referente en la defensa culé. No obstante, Araujo no ha sido ajeno al declive general del equipo, y su nivel ha bajado notablemente esta temporada.

Aunque el charrúa se ha ganado el cariño de aficionados y compañeros con sus grandes acciones defensivas en muchos partidos, en la dirección deportiva del club no descartan su venta. No es el jugador del que más quieren desprenderse, ya que la lista la encabezan otros perfiles como Frenkie de Jong o Robert Lewandowski, pero sí el que ven más fácil que salga. El motivo es que, aunque ninguna de las dos partes quiere separarse, ambas han aceptado que tal vez sea el momento de hacerlo.

Ronald Araujo dando un pase durante un pase Barça / Foto: Europa Press
Ronald Araujo dando un pase / Foto: Europa Press

El Bayern aprieta

Tanto es así, que Araujo ya ha tenido los primeros contactos con el Bayern de Múnich, el club más interesado en su fichaje. Los bávaros ya intentaron llevárselo en enero, pero la insistencia de Xavi en que el uruguayo no se moviese de equipo le ayudaron a tomar la decisión de quedarse. 

Ahora, sin la protección del entrenador egarense, la oferta de 70 millones de euros por parte de los alemanes, en la que además le doblan el sueldo al jugador, parece más tentadora. Sus agentes llegaron este miércoles a Barcelona con la idea de negociar su renovación, o de confirmar que su futuro está lejos del Camp Nou.