Ronald Araújo fue la principal sorpresa en la alineación del Barça. Porque ya se esperaba ver a Raphinha Dias y a Robert Lewandowski como titulares, después de haber sido suplentes contra el Valencia, y también a Frenkie de Jong, quien ya parece estar totalmente recuperado de las molestias físicas que tenía. En cambio, existían muchas dudas acerca de quién sería el elegido por Hans-Dieter Flick para acompañar a Pau Cubarsí en el eje de la retaguardia.

Una responsabilidad que finalmente recayó en el ‘4’, aunque el gran candidato era Eric García, quien había jugado desde el principio en las cuatro primeras jornadas de La Liga EA Sports. Con este gesto, el entrenador alemán nuevamente vuelve a demostrar dos cosas. La primera, que todavía confía en ser capaz de recuperar la mejor versión del internacional uruguayo, a pesar de que sigue lejos de su 100%, y que este verano fuera colocado en la lista de transferibles.
Joan Laporta y Deco trataron de encontrarle un comprador, pero no apareció ningún equipo dispuesto a pagar los 60 millones de euros que reclamaban, motivo por el cual permaneció en el Camp Nou. Y la segunda cosa que ha quedado confirmada es que ‘Hansi’ no acaba de tener espacio en sus planes para Andreas Christensen, que tan solo tiene contrato hasta el 30 de junio, y cada vez parece más probable que acabe haciendo las maletas próximamente.

Pero la decisión de apostar por Araújo no acaba de convencer a todo el mundo dentro del Barça. Comenzando por la afición, que sigue sin perdonar los errores que cometió en las anteriores campañas, y que costaron la eliminación en la Champions League. E incluso, hay un sector del vestuario que también opina que el ex de Boston River no está capacitado para llenar el enorme vacío que Íñigo Martínez dejó con su salida al Al-Nassr de Arabia Saudí.
No aporta la seguridad y la contundencia que necesitan, y tampoco es fiable a la hora de salir con la pelota controlada desde la defensa, por culpa de sus limitaciones técnicas.
Araújo afronta un test decisivo
Flick seguirá confiando en Araújo durante las siguientes semanas, y en especial, después de la lesión de Cubarsí, que le puede obligar a perderse los próximos compromisos del Barça.
Un test decisivo para que el defensor de 26 años consiga reivindicarse, y acabar con las críticas que ha recibido durante todo este tiempo.