Ya nos avisó Gerard Piqué que el Barça no ganará esta Liga. Después del partido entre la Real Sociedad y el Real Madrid, con victoria blanca gracias a una escandalosa actuación arbitral, el conjunto blanco es el nuevo líder de la Liga Santander. Y aunque las decisiones de los árbitros han ayudado bastante, no todo es culpa de ellos.

El Barça merece ser segundo

El Barça no es líder porque tampoco lo merece. Los blaugrana no han hecho los méritos para serlo ni futbolísticamente se ha demostrado que merece el liderato. Más que por factores externos, uno de los principales motivos por los cuales el Barça ya no encabeza la clasificación es por su paupérrimo fútbol.

Con Quique Setién en el banquillo no se ha evolucionado, seguimos como en la época Valverde. Y Valverde no engañaba, cosa que Setién sí ha hecho. El actual entrenador blaugrana prometió el oro y el moro pero la fórmula mágica no se ha aplicado más que en los primeros partidos que dirigió.

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VARgüenza

Sin embargo, nada quita que el liderato se haya decantado hacia el lado del Madrid porque ha tenido la inestimable ayuda del colectivo arbitral. La llegada del VAR era para que a partir de ahora imperara la justicia en el fútbol, pero no ha sido así. Continúa la dinámica de siempre.

Parece que con el VAR se ha blanqueado la ayuda arbitral sistemática al Madrid. Ya no queda clara la frontera entre la intervención y la no intervención del videoarbitraje durante los partidos. Los cinco supuestos y la interpretación del árbitro sigue un criterio cuando juega el conjunto blanco y otro cuando lo hace cualquier otro equipo de la Liga. Ya hubo escándalo en el partido contra el València y ahora se repite en Anoeta.

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Una roja a Casemiro que el árbitro catalán Xavier Estrada Fernández omitió. Un penalti a Vinícius más que discutible. Un fuera de juego posicional en el gol anulado a la Real que todavía muchos no ven. Y finalmente marcó Benzema, pero antes había tocado el balón con el brazo.

Saber cuándo entra o no el VAR tendría que ser siempre igual. No valen diferencias entre equipos y tampoco que el Real Madrid siempre se salga con la suya. Dos partidos llenos de acciones interpretativas del árbitro que siempre han beneficiado a los blancos. Y el árbitro no vaya a ser que lo revisase en las pantallas que tiene para ver las jugadas dudosas y aplicar justicia.