James Nnaji, pívot nigeriano del Barça, ha sido recibido a gritos de "negro de mierda" por algunos aficionados del Real Madrid en la llegada del equipo blaugrana al WiZink Center, escenario donde los de Šarūnas Jasikevičius se juegan en la noche de este martes coronarse campeones de la Liga Endesa.
Después de adjudicarse un 'match ball' el pasado el domingo (86-85), haciendo valer el factor pista y marchándose a Madrid con un 2-0 en el bolsillo, el conjunto blaugrana tiene a los de Chus Mateo contra las cuerdas. La tensión típica de los Clásicos, sin embargo, agudizada todavía más por las circunstancias, se ha convertido de nuevo en la lacra que viene manchando el deporte cada vez más en las últimas semanas: el racismo.
La llegada del Barça al Wizink pic.twitter.com/V6GgMEydp8
— Ernest Macià �������� (@ernestmacia) June 20, 2023
Retahíla de insultos en todos los integrantes de la plantilla del Barça
El periodista de Catalunya Radio, Ernest Macià, presente en la llegada de la expedición culé al feudo merengue, ha captado como algunos aficionados locales han propinado todo tipo de insultos a los jugadores del Barça, incluido los racistas dirigidos a Nnaji.
Las referencias a las madres de los jugadores y al arbitraje han protagonizado la entrada de la plantilla culé en el WiZink Center, pero la retahíla de insultos, cada uno más original, ha desembocado en las referencias al color de piel del '46' cuando este ha bajado del autobús del Barça.
Sin duda, el racismo es una cuestión de obligatoria denuncia en el mundo del deporte y en cualquier aspecto de la vida, pero el hecho de que estos hayan provenido desde voces madridistas tras lo ocurrido con Vinicius Júnior en el equipo de fútbol merengue, lo hace aún más deleznable.
"El Real Madrid no va a tolerar más insultos racistas"
El club blanco, como no podría ser de otro modo, se ha volcado en contra de la causa del racismo desde ese fin de semana en el que Vinicius y Mestalla fueron protagonistas por razones extradeportivas. El Real Madrid se ha posicionado a través de varios de sus portavoces, desde futbolistas hasta el presidente, Florentino Pérez, quien dejó claro que "el Real Madrid no tolerará más insultos racistas". Ahora, siendo un grupo de aficionados madridistas los causantes del problema, se espera que el club adopte medidas con la misma contundencia que como cuando fue uno de sus activos la víctima.