El partido contra el Paris Saint-Germain ya se vive en el vestuario del FC Barcelona como una auténtica final anticipada. Entre los jugadores más motivados está Marcus Rashford, que ha pedido expresamente estar en el once titular. El delantero inglés sabe que se trata de una oportunidad de oro para demostrar su verdadero nivel y consolidarse como un futbolista clave en los planes de Hansi Flick.
Una prueba de fuego
Rashford llegó al Barça con la vitola de gran fichaje, cedido por el Manchester United, y aunque ha dejado detalles de su enorme calidad, todavía no ha conseguido encadenar la regularidad que todos esperan de él. El duelo contra el PSG es una de esas citas que marcan carreras, y el atacante quiere mostrar que sigue siendo uno de los delanteros más desequilibrantes del panorama mundial.
Hansi Flick, consciente del potencial del jugador, ya lo considera un titular indiscutible para esta gran cita. El técnico alemán valora la velocidad, la potencia y la capacidad de Rashford para romper defensas en partidos de máxima exigencia. Con la baja de Raphinha y la vuelta progresiva de Lamine Yamal, Flick entiende que Rashford debe asumir galones y ser determinante en el frente ofensivo.
El momento ideal
El inglés llega a este choque en un buen momento. Ha recuperado sensaciones en los últimos partidos, mostrando su olfato goleador y su capacidad para aparecer en los momentos importantes. Además, el contexto le favorece: el PSG es un equipo que propone y deja espacios atrás, un escenario en el que Rashford puede explotar al máximo sus virtudes.
Un mensaje al Barça y al United
Más allá del partido en sí, Rashford sabe que su actuación contra el PSG puede tener un impacto directo en su futuro. El Barça valora su continuidad, pero su rendimiento en noches grandes será clave para decidir si merece quedarse más allá de esta temporada. Por otro lado, en Manchester siguen pendientes de su evolución, conscientes de que podría revalorizarse si brilla en la Champions.
En un Barça que busca solidez y pegada, Rashford representa la pieza que puede marcar la diferencia. Su capacidad para jugar por dentro o partir desde la banda le da a Flick alternativas tácticas. Y en un duelo tan exigente como el del miércoles, donde cada detalle cuenta, tener a un futbolista con el hambre y el talento del inglés puede ser decisivo.
El mensaje es claro: Rashford pide jugar y Flick ya lo ve indiscutible. Ahora solo queda que el césped confirme lo que el técnico y el propio futbolista sienten: que ha llegado la hora de ver al Rashford más determinante con la camiseta blaugrana.