El mercado de fichajes de verano se calienta y uno de los nombres que empieza a moverse con insistencia es el de Jack Grealish, extremo del Manchester City. El técnico Pep Guardiola ha dejado claro que no cuenta con él de cara a la próxima temporada, tras una campaña muy por debajo de las expectativas. El futbolista inglés ha perdido protagonismo en el equipo y su rendimiento ha sido objeto de críticas tanto dentro como fuera del club.
La situación de Grealish ha llevado al Manchester City a ponerle el cartel de transferible y su precio de salida ronda los 40 millones de euros, una cifra sensiblemente inferior a los 117 millones que el club de Mánchester pagó al Aston Villa en 2021. Desde el entorno del jugador se han movido rápidamente en busca de opciones atractivas y el Barça ha sido uno de los clubes a los que ha sido ofrecido.
En condiciones normales, un jugador con el talento de Grealish podría ser una opción interesante para un equipo que busca reforzar su banda izquierda, pero Hansi Flick no ha tardado en cerrar la puerta. El técnico alemán no contempla la llegada del inglés bajo ningún concepto. Flick no ve en Grealish el perfil adecuado para su proyecto, especialmente después de una temporada en la que ha estado más en el foco mediático por asuntos extradeportivos que por su rendimiento sobre el césped.
Más sombras que luces
Sus frecuentes apariciones en medios por salidas nocturnas y otras polémicas personales tampoco han ayudado a mejorar su situación dentro del vestuario ni su imagen pública.
En el Barça, aunque se sigue explorando el fichaje de un extremo de garantías —con Luis Díaz o Nico Williams como principales objetivos—, el nombre de Grealish ha sido descartado de inmediato por Flick. El técnico quiere jugadores comprometidos, que lleguen en plena forma y sin distracciones externas, algo que, a día de hoy, no garantiza el internacional inglés.
Prioridades claras
La negativa de Flick es tajante y ha sido comunicada directamente a la dirección deportiva. A pesar de que Deco valora todas las oportunidades que ofrece el mercado, la operación Grealish nunca llegó a plantearse en serio. El alemán tiene otras prioridades, y Grealish, pese a su calidad, no encaja ni deportiva ni personalmente en el perfil que se busca para reforzar al Barça.
Así, el inglés tendrá que buscar otro destino en este mercado. Guardiola quiere su salida, pero en el Camp Nou ni Flick ni nadie lo quiere ver ni en pintura.