Oleguer Presas (Sabadell, 1980) siempre se moja. El exjugador del Barça y el Ajax atiende a ElNacional.cat y se atreve a hablar de todo sin pelos a la lengua. Lo que está haciendo ahora mismo, sus etapas como jugador, el Barça, la relación entre política y fútbol y la situación entre España y Catalunya son algunos de los temas de los que habla y que permiten conocer más su figura.

Nos desplazamos hasta su querida Sabadell, concretamente al Santuario de la Salud, para conversar durante más de 40 minutos. Sinceridad y empatía del exfutbolista con las cuestiones que tratamos y hace reflexiones que algunos tendrían que escuchar atentamente.

¿Dónde estamos hoy?

Estamos en el Santuario de la Salud, que es un espacio verde de aquí Sabadell. Me gusta pasear por aquí.

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Oleguer, en el Santuario de la Salud / Maria Contreras

¿Qué está haciendo ahora mismo con su vida Oleguer Presas?

Estoy arrancando un proyecto colectivo con varias personas de fútbol formativo y valores con niños y niñas. Básicamente hacemos sesiones de entrenamiento de fútbol en el cual lo que se tiene en cuenta es a la criatura. No es importante el resultado, ni el rendimiento, ni si mejora mucho futbolísticamente sino las cosas que pasan dentro de estas sesiones. El fútbol es un espacio donde a menudo pasan conflictos, donde hay acciones y como afrontamos estos conflictos creo que es importante.

¿Cuántos niños estás llevando y de qué edades?

Actualmente somos unos 30, el año pasado éramos unos 60-70, pero este año con temas sanitarios hemos decidido reducir ratios y algunos niños se han quedado fuera y las edades son de seis años hasta los 12.

La prioridad es que los niños y las niñas se lo pasen bien"

¿Os centráis sobre todo en el crecimiento de esta persona, no?

La primera prioridad es que los niños y las niñas se lo pasen bien, es nuestro gran objetivo. No para ganar partidos, no para ser Messi dentro de unos años sino que vienen a jugar e intentar pasárselo bien. Sacar la presión que hay en otros espacios es el primer paso. Y con el juego del fútbol intentamos incorporar otros elementos, como una serie de valores. Un valor muy básico y claro es el respeto. El respeto a las normas y a los compañeros. En las actividades que hacemos no hay árbitros sino que son los niños y las niñas los que deciden qué va pasando. Tienen que ponerse de acuerdo, tienen que estar atentos a lo que pasa y gestionar este conflicto de manera amable y respetuosa con los compañeros. Temas de empatía, de falta de respeto, otros elementos que puedan ir apareciendo, los trabajamos con la mirada que ellos sean los protagonistas.

¿Fruto del juego, habéis tenido que intervenir vosotros porque no se ponían de acuerdo o porque ha habido alguna disputa?

Sí, evidentemente. Es un aprendizaje, no estamos diciendo que vivimos en una burbuja y que los niños y las niñas incorporan rápidamente estos elementos. Es un aprendizaje que al principio cuesta, los que llevan más tiempo se ponen de acuerdo de manera más fácil. Con el resto cuesta un poco más. Los formadores y formadoras intentamos coger un papel de acompañamiento, que ellos mismos vayan encontrando las soluciones.

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Oleguer Presas durante la entrevista / Maria Contreras

Tienes el título de entrenador, entonces, ¿eres el preparador de fútbol en este sentido?

Reivindicamos el fútbol de calle. Ahora es fútbol sala porque estamos haciendo las sesiones en un patio de una escuela y las instalaciones son las que nos marcan, pero antes estábamos en el Cuartel de Sabadell, que se recuperó para un uso comunitario. Pero el lugar no nos condiciona, el fútbol es fútbol, tenemos una pelota, montamos unas porterías si están, y si no, pues con unos conos.

A partir de tu retirada, te quisiste alejar de los medios. A pesar de ser un exjugador del Barça, prefieres ocupar una posición más de perfil secundario.

Sí, pero siempre ha sido así. Cuando yo jugaba en el Barça, mi actitud era intentar huir del foco mediático porque me sentía un privilegiado estar allí, como un miembro más del equipo e intentaba aportar lo que podía. Pero en realidad todo lo que rodeaba el mundo del fútbol era un espacio que no me sentía muy cómodo.

Todo lo que rodeaba el mundo del fútbol era un espacio que no se me sentía muy cómodo"

¿Por qué no te sentías cómodo? ¿Por un tema de presión? ¿No iba en concordancia con lo que tú entendías por la vida?

Son años que he estado muy a gusto. Pero el hecho de que se te sitúe en un foco mediático por el hecho de jugar a fútbol es una cosa que si lo piensas racionalmente, no le ves mucho el sentido. Sabiendo dónde estás, con las contradicciones que tiene este mundo e intentar aprovecharlo. Si puedes, dar voz a gente que no tenía voz en aquellos momentos. Intentar dar voz a colectivos, entidades que en algún momento estaban sufriendo algún tipo de injusticia y que me parecía interesante darles voz. Utilizar el foco mediático que tenía en aquel momento para estas cosas. Siempre he intentado encontrar este espacio, como de confort, a la vez de coherente con mi manera de ser y pensar.

Le damos demasiada importancia lo que nos pueda decir un futbolista y no otras personalidades que no están tan expuestas a los medios. ¿Cuáles son las contradicciones que sufre el futbolista?

Por el hecho de ser famoso se te dé autoridad con temas que no tienes por qué conocer. Lo mismo que pasa a menudo con los tertulianos, pero si no son expertos en nada y le estamos dando valor a una opinión que puede ser tan fundamentada como la mía, la tuya o como la de cualquier otra persona. Son cosas de estas que cuestan de entender.

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Oleguer Presas, sonriendo / Maria Contreras

¿Crees que los futbolistas viven en una burbuja? Sin generalizar, porque hay casos y casos.

No lo creo. En los vestuarios donde he estado hay de todo, pero generalizar a los futbolistas, hay casos y casos y la sensación que tengo yo es un ambiente que te podrías encontrar en un entorno laboral. Hay gente que se preocupa de unas cosas, otros de otras. Hay una convivencia, una amistad, un compañerismo. Tenemos un foco mediático importante que te sitúa en el centro o en una posición que te hace estar un poco en una burbuja. No hay una voluntad por parte de los futbolistas de vivir en esta burbuja, pero sí que tenemos que ser realistas y pensar que Messi pueda ir por la calle sin que nadie le diga nada, no es así. Y como no es así, lo que tiene que hacer es buscar espacios más reservados, en ambientes donde pueda vivir más tranquilamente y entonces eso lo sitúa en una burbuja.

¿Eso es culpa del sistema, del negocio, de la sociedad por pagar por ver el fútbol? ¿Te gustaría que los futbolistas fueran más próximos?

Lo veo muy difícil. Cuando generas un deporte de masas más ganancias genera para la gente que hay detrás. Con esta lógica, es muy difícil romper estas dinámicas. Se tienen que cambiar muchas cosas.

¿Crees que los sueldos de los futbolistas son desorbitados? ¿Son lo que generan? ¿Después hay el debate que un médico salva vidas y cuál es el precio a pagar eso?

Son muchísimos millones lo que cobran unos futbolistas por el simple hecho de jugar con una pelota, que es un elemento que no tiene nada productivo. Hay contradicciones muy importantes y no hablaría que es lo que generan o que es lo que se merecen. Se trata de un mercado y en este mercado globalizado es el que la gente está dispuesta a pagar, pero no quiere decir que sea lo que ellos generan.

¿No tienes redes sociales, verdad?

No.

¿No te gusta compartir lo que haces con el mundo? ¿Directamente pasas? ¿No lo compartes?

No sé cómo actuaría si no hubiera tenido esta posición pública. No sé si tendría redes sociales. Lo que sí que estoy absolutamente en contra es de publicar la vida privada de cualquier persona en una red. Utilizar las redes como elemento para relacionarse me parece que es totalmente lícito, pero también hay una exposición pública que realmente me hace distanciarme.

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Oleguer Presas, después de la entrevista / Maria Contreras

¿Y dónde te sientes cómodo?

En espacios mucho más próximos donde pueda haber una interacción, un trato humano. Este punto más personal, directo y efectivo. Me encanta discutir sobre política, sobre cualquier cosa, pero en un entorno donde no se dé más peso a una opinión que otra sino donde podamos estar discutiendo de tú a tú sobre visiones, y aquí aprender, enriquecerse mutuamente.

Los jugadores tienen una opinión política, es evidente"

Ahora que hablamos de política. Te has mojado públicamente yendo con las listas de la Crida y la CUP, también lo hiciste cuando eras jugador. ¿El futbolista se tiene que vincular más en política?

Sí, que los jugadores tienen una opinión política es evidente, lo que pasa que no la hacen pública por esta mantra que va acompañado no mezclar política y deporte. 'Tú dedícate a jugar que es lo tuyo, que es lo que sabes'. Lo que acaba convirtiendo es que quien tiene el monopolio de la palabra son los que están controlando a este modelo de negocio del fútbol y lo que quieren es que: 'Tú que podrías tener cierto protagonismo, no me levantes la voz porque me cogerías el protagonismo a mí'.

¿No es política cuando los presidentes de la Generalitat, del Estado o el Rey van a un palco, eso no es política? ¿No es política poner un himno en un partido de fútbol? ¿No es política muchas de las decisiones que se van tomando? No es política fomentar un tipo de modelo entorno este deporte, un tipo de publicidad, incorporar el tema de las apuestas. Son elementos que para mí tienen una vinculación política muy importante. 'No me toquéis el negocio que ya funciona'.

Al final política lo es todo.

Exacto. Y los futbolistas también tienen esta visión política. Cuando hay una opinión política que difiere una pizca de este modelo, toda la caballería se te tira encima, que no mezcles. Más allá de quien va dirigido también es un aviso para quien lo quiera hacer. No sólo es un castigo aquel que se ha pronunciado sino que también está amenazando aquel que lo quiera hacer. Son dinámicas que cuestan de romper.

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Oleguer Presas, después de la entrevista / Maria Contreras

¿Más allá de todas las presiones que hay, a título particular invitas a que los futbolistas se atrevan a decir la suya (políticamente)?

Sí, evidentemente. Creo que es sano y saludable que todo el mundo pueda decir la suya y opinar. Todo el mundo en todos los entornos tiene que poder decir la suya y hay que denunciar estas amenazas y estas dinámicas que cohíben la libre expresión de cualquier persona. Después cada uno que tenga la libertad de expresarlo o no. Pero intentar generar este entorno o estos espacios donde todo el mundo pueda decir la suya me parece saludable.

La Federación Vasca quiere entrar en competiciones UEFA y FIFA. En su día diste apoyo a las selecciones deportivas catalanas. ¿Crees que tendría que haber un acuerdo entre Federación Catalana de Fútbol y Govern de la Generalitat para intentar lo mismo?

Sí, desde mi punto de vista, sí. Si miras ahora al Govern de la Generalitat entiendo que se tendrían que poner de acuerdo. No conozco el detalle de cuál es la situación, pero no es un problema sino que eso es política. Y como es política, estamos ante un Estado y una Federación española que no quieren que se produzca eso. Entonces aquí hay un conflicto de intereses políticos. De momento se mantiene el statu quo por roles de poder. Los que lo están llevando, ya les está bien así. Para cambiar las cosas tenemos que mojarnos, implicarnos, dar los pasos necesarios para reivindicar estos espacios.

Para cambiar las cosas tenemos que mojarnos e implicarnos"

España tendrá que jugar contra Kosovo en la clasificación para el Mundial de 2022. Un país que no reconoce como independiente. ¿Las cosas de la política, no?

Es una falacia absoluta pensar que el fútbol es una burbuja que no vive en una sociedad.

Y ahora que hemos hablado de la selección española. Ya lo dijiste en su día, pero para ti no era coherente estar.

No entiendo el alboroto mediático que genera. Si no me siento identificado con una selección que para mí representa lo que representa tiene que ser normal decir que no voy. Relacionan muchas cosas, es complejo. Se te critica porque no has ido, pero después te hacen descalificaciones que eres muy malo. Si lo miraran fríamente, se tendría que normalizar este tipo de cosas. Yo, por mi coherencia no me sentía identificado. Y más a nivel de ley que me podrían haber sancionado, me parece una aberración.

Te retiraste con unos 31-32 años, por el 2011. ¿Puede ser que lo dejaras porque estabas quemado de todo lo que rodeaba el fútbol?

He funcionado siempre por impulsos y por sensaciones. Cuando he jugado me lo he pasado muy bien, lo he hecho muy intensamente, he disfrutado mucho de los momentos que he vivido. Hablo también de cuándo era pequeño en el Sant Gabriel y la Gramenet. Y todo eso me compensaba lo que no tenía. Siempre el fútbol ha sido un elemento más de mi vida y la vida tenía muchas otras cosas. El hecho de dedicarme al fútbol implicaba hacer unas renuncias. Pero hay un día que llega el momento y prefiero hacer todas estas cosas, no renunciar a todo lo que estoy renunciando, y disfrutar de otra manera de mi vida personal.

¿Y ahora mismo, sigues al Barça? ¿Tienes contacto con alguien del club?

Sigo poco al Barça. Lo voy siguiendo y miro los partidos si puedo, pero no es una prioridad. Me gusta ver fútbol, pero con esta tranquilidad que si no lo miro, no pasa nada.

Ahora que el Barça está en una transformación, con elecciones y cambio en el equipo, se presenta Joan Laporta que era presidente cuando tú estabas... ¿Tienes alguna preferencia de presidente? ¿Hacia dónde tendría que ir el club?

Nunca me ha interesado mucho esta parte de fuera de la parte más deportiva. Me gusta ver fútbol porque me gusta el deporte en sí. Soy culé y soy del Sabadell, que son los dos equipos que voy más o menos siguiendo. Pero no soy aquel futbolista que se ha mirado todos los partidos, de todas las ligas. El resto de fútbol no lo he mirado nunca ni me interesa. Como culé me interesa/me gustaría que quién esté al frente del club tenga un modelo donde se fomente la participación de los jugadores de la casa, creo que es un modelo donde hay una apuesta importante en todas las categorías, donde se cogen jugadores de aquí y de allí por una cantera que te pueda dar prestaciones y que parece que cuando llegan a ciertos niveles se acaba aquí. Dar el paso para seguir este modelo, es básico. Y darle contenido a eso de Més que un club, que no sea sólo una etiqueta de marketing, que parece se ha acabado convirtiendo últimamente. Para vender nuestra marca por todo el mundo hay que poner este Més que un club, pero no lo llenamos de contenido. Que sea un club donde los valores de la catalanidad que siempre ha tenido se pongan al frente, los valores de la justicia y de la implicación con la democracia se pongan al frente. Cualquier persona que defienda esta visión me encantará que esté al frente.

¿Cuál es el consejo que les darías a los futbolistas más jóvenes? ¿Les recomiendas también que se centren en otras cuestiones que no sean sólo fútbol?

De entrada decir que huiría de dar consejos a nadie [río]. En ningún momento soy ningún modelo. Cada uno tiene que ser autónomo, encontrar sus espacios y ver que funciona. A mí me sirvió el punto de tener claro que el fútbol sólo era una parte más de mi vida y otros espacios los cuidaba y los disfrutaba. Dentro de este todo, de esta separación, desde el trabajo y la humildad, siendo consciente de mis fortalezas, pero también de mis debilidades. Con todos los vestuarios que he estado había futbolistas mucho más dotados que yo futbolísticamente. No sólo este elemento te lleva el éxito, éxito entre comillas, que te lleve a progresar en un mundo como el del fútbol. Hay muchos elementos que acompañan y que a mí me ayudaron a poder llegar donde pude llegar.

¿Y cómo estás viendo la relación entre Catalunya y España actualmente? ¿Cómo lo estás viviendo?

Estamos en un momento donde hemos dado un paso atrás. Hicimos una demostración de fuerza, de empoderamiento, de organización, construcción colectiva brutal. El 1-O y 3-O como pueblo fue un proceso muy potente y después de aquí, la represión, la falta de tener una estrategia muy clara, la sorpresa de no esperar esta represión tan marcada, la incertidumbre después de este proceso colectivo. Nos situó en un momento inmovilizador, donde no teníamos claro hacia donde tirar y el Estado español tenía clarísimo hacia dónde tirar. Y aquí ha sido absolutamente implacable y sigue siendo implacable con esta estrategia de acabar con este movimiento. Después de este impulso, aquí estamos. Estamos intentando resituar-nos, para ver cuál es el futuro de las demandas y reivindicaciones que se reclamaban en aquel 3 de octubre, que no ha cambiado tanto como el pueblo, lo que ha cambiado es el contexto. Como articulamos estas demandas de manera colectiva es donde tenemos que situarnos estratégicamente.

¿Ahora esto parecerá una entrevista de trabajo, donde te ves de aquí 5-10 años?

Vivo mucho al día, disfrutando de lo que hago en el momento. No hago esta proyección a 10 años porque tampoco tengo la ambición de hacer nada ni de conseguir nada. Si me llena y creo que es útil, voy haciendo y si no me busco otros caminos. Por aquí estaremos.

Muchas gracias, Oleguer. Ha sido un placer.

Gracias a vosotros.

 

Imagen principal: Oleguer Presas durante la entrevista con ElNacional.cat / Maria Contreras