Con 19 goles y 7 asistencias en 45 partidos disputados, Ferran Torres firmó la pasada temporada la que probablemente haya sido la mejor desde que aterrizó en el FC Barcelona. El delantero supo ganarse la confianza de Hansi Flick a base de buenas actuaciones. Se convirtió en el revulsivo de lujo y cumplió muy bien cuando le tocó sustituir a Robert Lewandowski cuando se lesionó en el tramo final de la temporada. El jugador, sin embargo, se encuentra ahora en una situación complicada. Después de haber dado su mejor rendimiento en el Barça, se acerca a la rampa de salida.

El fichaje de Nico Williams por el FC Barcelona no solo representa una apuesta por el presente y el futuro en la banda izquierda, también ha abierto una grieta inesperada dentro del vestuario. La llegada del internacional español está a punto de oficializarse, a falta únicamente de que el club catalán ejecute su cláusula en los despachos de LaLiga a partir del 1 de julio. Un movimiento estratégico que el Barça quiere imputar al nuevo ejercicio económico.

Pero mientras los focos se centran en la explosividad y el desborde que aportará el extremo procedente del Athletic Club, el aterrizaje de Nico también deja señales claras de que sobran piezas en la delantera. Y hay un nombre en el epicentro de esa sobrepoblación: Ferran Torres.

Ferran Torres Asencio / Foto: EFE

Nico Williams manda a Ferran Torres a la cola de la rotación

Pese a que el atacante valenciano completó una campaña más que notable, su posición se tambalea ante los planes del nuevo entrenador. Hansi Flick ya ha dejado entrever que su tridente ideal pasará por Lamine Yamal en la derecha, Nico en la izquierda y Lewandowski como referencia. Como alternativa, Raphinha podrá actuar en cualquiera de las bandas o incluso como falso delantero centro. Un puesto, este último, que también puede ocupar Dani Olmo. Con todo, Ferran queda relegado al fondo de la rotación.

El cuerpo técnico y la dirección deportiva han sido directos: si Ferran decide continuar, deberá asumir un rol marginal. La prioridad ahora es liberar espacio y masa salarial para poder afrontar nuevas operaciones. Sin minutos asegurados, su continuidad se complica.

Ferran Torres es lamenta durant el Barça - Mallorca / Foto: EFE

Ferran Torres quiere quedarse, hablará con Flick

Mientras tanto, los pretendientes se acumulan. El Newcastle le sigue desde hace meses, y Unai Emery, desde el Aston Villa, está dispuesto a lanzar una ofensiva seria tras intentarlo ya el verano pasado. El Barça, por su parte, espera ofertas que se acerquen a los 50 millones de euros, cantidad que permitiría reforzar otras áreas clave del equipo.

Aun así, el jugador no ha tirado la toalla. La temporada es larga y habrá lesiones. Y Ferran confía en que acabará teniendo oportunidades. Está dispuesto a dialogar con Flick en una reunión que ya ha solicitado, buscando claridad sobre su papel en el proyecto. Ferran quiere competir, sí, pero también necesita tener visibilidad de cara al Mundial de 2026, su gran objetivo personal. El jugador tendrá la última palabra.