Parece que Michael Jordan ha decidido cortar por lo sano. El mítico 23 de los Bulls, aún accionista minoritario de los Charlotte Hornets, ha dado un golpe sobre la mesa en Carolina del Norte: ningún ex del Barça tiene futuro en su franquicia. Una decisión que no solo sorprende por la coincidencia, sino que deja entrever una clara desconfianza hacia el talento formado en el club azulgrana, pese a la cercanía reciente entre el propio Jordan y Joan Laporta, presidente del FC Barcelona.

Los Hornets llevan años en el fango competitivo. Sin playoffs desde 2016, la franquicia se ha convertido en una máquina de desilusiones y malas decisiones. Pero el último movimiento ha levantado ampollas: Ibou Badji y James Nnaji, dos productos de la cantera culé, han sido apartados sin contemplaciones.

Ibou Badji
Ibou Badji

Los Hornets cierran la puerta al talento azulgrana

Ibou Badji, el pívot senegalés de 2,16 metros que se formó en las categorías inferiores del Barça, parecía destinado a consolidarse en la NBA tras pasar por Portland Trail Blazers y Milwaukee Bucks. Sin embargo, tras un paso prometedor por la Summer League con los Denver Nuggets, los Hornets lo invitaron a la pretemporada... para finalmente rechazarlo sin piedad. Lo curioso es que, hace apenas unos meses, Badji confesaba que el Barça lo quería de vuelta, algo que desde el club catalán se apresuraron a desmentir. Su salida definitiva de la NBA parece ahora un hecho, y el jugador busca destino tras un año turbulento que lo llevó incluso a vestir la camiseta del Lenovo Tenerife en el tramo final de la campaña pasada.

Su caso se suma al de James Nnaji, otro interior que también conoció la fría cara del sueño americano. Drafteado por los Hornets en 2023, el nigeriano prometía ser una joya defensiva, un muro físico al estilo africano. Pero el plan cambió con la llegada de nuevos dirigentes: sus derechos fueron traspasados a los New York Knicks como parte de la compleja mega-operación que envió a Karl-Anthony Towns a la franquicia neoyorquina a cambio de Julius Randle de los Timberwolves de Minnesota.

James Nnaji
James Nnaji

De promesas a olvidados: el efecto Jordan golpea a los canteranos culés

Ahora bien, tras una serie de cesiones europeas (al Bàsquet Girona y al Merkezefendi turco), Nnaji participó en la Summer League de 2024 con los Knicks, pero no logró asegurar un contrato en el roster final. Hoy está sin equipo, igual que su excompañero Badji. Dos talentos formados en La Masia, dos descartes consecutivos por parte de una franquicia históricamente asociada a la figura de Michael Jordan. Y es que la leyenda de Chicago, aunque ya no controla la totalidad del equipo, sigue influyendo en las decisiones deportivas. Desde que compró la franquicia en 2010 por 275 millones de dólares, Jordan no ha conseguido cambiar la suerte de los Hornets.

Ahora, tras vender la mayoría de sus acciones por 3.000 millones de dólares en 2023, Jordan permanece como accionista minoritario, observando cómo su legado deportivo parece no reflejarse en su faceta como ejecutivo. Pero su huella se nota: en Charlotte no hay sitio para el sello Barça, y los dos últimos ejemplos lo confirman.

El año pasado, Laporta y Jordan coincidieron en Mónaco durante un partido del Barça, en un encuentro que muchos interpretaron como el inicio de una alianza institucional. Nada más lejos de la realidad. Hoy, los Hornets parecen haber roto cualquier puente con el club catalán, y los jugadores formados en su cantera no encuentran espacio en la NBA.