Leo Messi, con un gol y una actuación decisiva, da tres puntos de oro al Barça en su visita a San Mamés, la 'catedral' del fútbol (0-2). Las tres paradas de Ter Stegen han mantenido de pie al equipo ante los ataques de un Athletic que ha pagado muy cara su falta de acierto.

Un Barça de músculo

Ernesto Valverde conocía mejor que nadie los peligros del Athletic. Ziganda había heredado un equipo diseñado para correr, explotar los espacios y exigir al rival desde el punto de vista físico. Y es por eso que ha querido contrarrestar el empuje inicial adaptando el estilo del Barça. 4-4-2 para llenar el medio del campo con músculo. Paulinho y André Gomes volvían al once inicial para dejar como únicos delanteros a Leo Messi y Luis Suárez.

Valverde, en su retorno a Bilbao, sabía perfectamente a qué se exponía. Al Barça le ha costado descifrar el partido y en las primeras jugadas se ha encomendado a Samuel Umititi, impecable durante los 90 minutos, para no sufrir en defensa. Aritz Aduriz buscaba constantemente los agujeros entre los laterales y los centrales para aprovechar la velocidad de Iñaki Williams, que ha recorrido mucho y ha acertado poco.

La falta de clarividencia ha empezado a difuminar a un Barça que no encontraba la manera de conectar con Messi. El argentino bajaba hasta el lado de Busquets para darle otro aire a la salida de balón. Pero al sistema de ayudas del Athletic no le temblaban las piernas.

Ter Stegen y Messi

Los puntos se deciden en las porterías. Esta frase, tan vieja como cierta, ha adquirido una pizca más de sentido después del partido en Bilbao. Aduriz ha cazado un centro lateral para rematar de cabeza, su gran especialidad. La afición se levantaba de su asiento porque era el principio de una película que ya habían visto. Esta vez, sin embargo, con final distinto. Ter Stegen ha exhibido reflejos para estirarse y desviar una pelota que era el 1-0.

La jugada ha liberado al Athletic para devolverle una condición de poderoso que parecía cosa del pasado. En sólo tres minutos de arrebato, las dudas han inundado al Barça. Aduriz, otra vez, ha aprovechado un error en la línea de fuera de juego para plantarse solo ante Ter Stegen. El portero alemán se ha agigantado delante de el delantero vasco para realizar una de las paradas de la temporada. El Barça estaba vivo.

El equipo necesitaba a Messi para cambiar el guion. Y como si fuera Batman en una noche de Gotham, el Barça le ha enviado una señal que ha sabido descifrar. El '10' se ha cargado el equipo a la espalda para hacerlo jugar a su compás. En una gran jugada colectiva, ha estrellado una pelota al palo después de dejar Kepa al suelo con un recorte más propio de fútbol sala. Y Messi no falla dos veces.

En la siguiente ocasión clara, el Barça y Messi han encontrado el gol. Una gran jugada coral ha acabado en los pies de Jordi Alba, enganchado a la línea de fondo. La pelota ha vuelto al área y el '10', al primer toque, ha conectado un disparo cruzado. 0-1.

El despertar de Messi ha estado a punto de someter al Athletic a un sueño profundo. El argentino le ha regalado el segundo a Paulinho pero el brasileño ha hecho temblar la cruceta desde la frontal del área. La primera parte dejaba claras las armas de los dos equipos.

San Mamés es San Mamés

Era ingenuo pensar que el Barça conseguiría mantener la ventaja sin tener que sofocar una rebelión. Y no ha tardado en llegar. El Athletic ha vuelto del descanso con las consignas más claras. Raúl García ha tenido la ocasión más clara con un cabezazo que ha tocado el travesaño. El desgobierno del partido se convertía en gasolina para San Mamés, que gritaba cada vez más fuerte.

El Barça era incapaz de gestionar la posesión. Los espacios confundían a un equipo que quería correr demasiado rápido. Valverde se lo miraba desde el banquillo, consciente de que el desenlace del partido se lo podía jugar a la ruleta.

Las pérdidas de los blaugrana, todas peligrosas y en su campo, destapaban una cara desconocida del equipo, incapaz de controlar el 'tempo', sumergido en una falsa sensación de tranquilidad por la inocencia en ataque del Athletic. Los futbolistas estaban desacertados en la mayoría de jugadas y no ganaban ningún duelo individual. El paso de los minutos invitaba a sobrevivir.

El cambio de Semedo ha intentado darle aire al Barça, pero el Athletic ha muerto atacando. Ter Stegen ha vuelto a erigirse como uno de los nombres propios de la noche con una parada sobre la línea al remate de Aduriz. Los de Valverde han acabado el partido perdiendo tiempo y aprovechando un contragolpe para hacer el 0-2. Paulinho, a placer, ha convertido en gol el rechace de Kepa.

La victoria, poco lucida, alimenta el ciclo victorioso del Barça, que ya encadena 14 partidos sin perder.