El Real Madrid está depresivo. El equipo, triste y sin ánimo, ha encadenado dos derrotas consecutivas sin demostrar constantes vitales que inviten al optimismo. Los aficionados blancos ven el futuro más inmediato de color negro. Y lo hacen después de empezar la temporada levantando dos títulos. El fútbol, un deporte determinado por las sensaciones y el estado de ánimo, sitúa al Madrid en el epicentro de una crisis de juego y resultados.

Dos Supercopas

El pasado 16 de agosto, el Madrid levantaba en el Santiago Bernabéu el segundo título del verano. Era la Supercopa de España ante un Barça compungido por el adiós de Neymar. Los de Zinedine Zidane aplastaron a los blaugrana en los 180 minutos de la final. Las diferencias eran tan grandes que parecían insalvables. Unos corrían. Y los otros volaban.

El 5-1 global de aquella Supercopa trasladó todas las dudas a Barcelona y parecía confirmar que el círculo victorioso del Madrid no tenía fin. El panorama era desolador para la afición del Camp Nou, que temía por una temporada demasiado larga.

El título del Bernabéu se sumó a la Supercopa de Europa, que también ganaron con autoridad contra el Manchester United a partido único. El Madrid era la envidia de la élite europea por un proyecto que había conseguido romper el récord de levantar dos Champions League de manera consecutiva. La situación, ahora, ha dado un giro de 180 grados.

¿Sin refuerzos?

El mismo Cristiano Ronaldo, después de caer con estrépito en Wembley contra el Tottenham, se acordó de los compañeros que ya no están. "Los jugadores que han llegado tienen mucho potencial. Pepe, Morata y James nos hacían más fuertes, pero los de ahora son más jóvenes", dijo el delantero portugués en la zona mixta del estadio.

El Madrid se debilitó en verano como consecuencia de tener la mejor plantilla de Europa. La situación era tan circunstancial como insostenible, porque había futbolistas sentados en el banquillo que serían titulares en casi todos los equipos. El club siguió con la política de fichajes que lo había llevado a cambiar la dinámica y destronar al Barça: Fichar futbolistas jóvenes y recuperar a los mejores cedidos. Y de momento, no ha obtenido resultados.

Ninguna de las caras nuevas se ha consolidado como titular y las primeras espadas luchan por soportar el paso del tiempo. Ronaldo y Karim Benzema han perdido el olfato de gol. La lesión de Dani Carvajal ha sido más sangrante de lo que se suponía y Gareth Bale sigue acumulando días de baja. El Madrid ha perdido lucidez en ataque. Y tiembla en defensa.

Inicio decepcionante

Los dos títulos convirtieron en terrenal a un equipo que se había construido una aureola de invencible. En sólo diez jornadas de Liga, el Madrid ya se ha dejado diez puntos por el camino. Y está a ocho del líder, el Barça. Una distancia que no deja margen de error. En la Champions se clasificará para los octavos de final como segundo de grupo. Y lo hará emitiendo sensaciones de haber empachado de éxito, por detrás del Tottenham.

Zidane pasa por su momento más bajo. El entrenador blanco, sin embargo, no hace ningún tipo de autocrítica en público. Su lectura de los partidos empieza a cuestionarse, sobre todo con los cambios. El técnico francés ya aseguró que le"gustaba" que las cosas se pusieran "difíciles".

El equipo reclama una sacudida para recuperar el norte. El Madrid de hoy es una sombra del que aplastó a la Juventus de Turín en la última final de la Champions. El club ya ha confirmado que no se plantea fichar en el mercado de invierno, así que Zidane tendrá que recuperar las mejores versiones de jugadores como Sergio Ramos, Marcelo, Toni Kroos o Luka Modric.

Es verdad que los títulos se deciden en mayo pero este bache de resultados amenaza con dejar intacta la vitrina de trofeos del Bernabéu.