El Paris Saint-Germain de Luis Enrique encara este sábado una de las noches más importantes de su historia reciente: la final de la Champions League ante el Inter de Milán. Una victoria supondría el primer triplete en la historia del club parisino, y podría consolidar el proyecto liderado por el técnico asturiano. Sin embargo, a pesar del éxito deportivo, no todo es estabilidad de cara al futuro. Una de las estrellas jóvenes del PSG, Bradley Barcola, podría salir este verano.
El extremo francés, de 22 años, ha visto cómo su protagonismo se ha reducido en los últimos meses tras la llegada de Khvicha Kvaratskhelia. El fichaje del georgiano el pasado mercado de invierno ha cambiado por completo la jerarquía ofensiva del equipo. Luis Enrique, que ha sido fiel a su idea de rotaciones y meritocracia, ha apostado en este tramo decisivo por un tridente muy definido: Kvaratskhelia en la izquierda, Désiré Doué por la derecha y Ousmane Dembélé como segunda punta o falso nueve.
Barcola, pese a haber firmado momentos de gran nivel en la primera mitad de la temporada, ha pasado a un segundo plano. La competencia en la parcela ofensiva es feroz y, ante la falta de minutos y protagonismo, el entorno del jugador ha comenzado a mover ficha para explorar posibles salidas.
El PSG no lo quiere regalar, pero escuchará ofertas
El club parisino no tiene la intención de malvender a uno de los talentos más prometedores del fútbol francés. Barcola tiene un valor de mercado que supera los 50 millones de euros. El PSG solo valorará su salida si recibe una oferta importante, y en ese escenario, la Premier League aparece como el destino más probable.
Varios clubes ingleses, como Arsenal, Tottenham y Newcastle, han mostrado interés en el extremo, que destaca por su verticalidad, regate y capacidad para jugar tanto por banda como por dentro. Todos ellos ven en Barcola una oportunidad de mercado si el PSG se abre a negociar, especialmente si el futbolista fuerza su salida en busca de minutos y continuidad.
Luis Enrique, satisfecho pero realista
Luis Enrique es consciente de que este tipo de situaciones son inevitables cuando se gestionan plantillas con tanto talento. Aunque el asturiano valora a Barcola y le considera un jugador útil, su apuesta táctica pasa por un tridente que ahora no incluye al francés. Con el crecimiento de Doué, la conexión de Kvaratskhelia con el equipo y el desequilibrio constante de Dembélé, la puerta para Barcola se ha ido cerrando progresivamente.
Un mercado que se mueve
El verano será largo para el PSG. En ese contexto, la marcha de Barcola podría encajar como un movimiento estratégico, tanto para equilibrar cuentas como para evitar tensiones en una plantilla cargada de estrellas.
Lo que parece claro es que el futuro de Barcola está más en el aire que nunca. Si bien el sábado puede vivir una noche histórica levantando la Champions con el PSG, el próximo capítulo de su carrera podría escribirse lejos del Parque de los Príncipes.