Luis Díaz continúa dejando claro su deseo de vestir la camiseta del FC Barcelona, especialmente con la convicción de poder formar una dupla de ensueño junto a Lamine Yamal en el Camp Nou. El internacional colombiano ha realizado gestos que demuestran su voluntad: ha contactado directamente con el Liverpool para intentar que rebajen las 80 millones de euros que pide el club inglés, una cifra demasiado elevada para las arcas culés.
En la secretaría técnica del Barça saben que Nico Williams es ahora mismo la prioridad —la cláusula de 60 millones en vigor y el deseo compartido entre Lamine, Flick y Deco así lo reflejan—, pero Díaz no se rinde. Su argumento es la capacidad de jugar junto a Lamine, algo que considera una oportunidad única para explotar ambos talentos. No obstante, Liverpool mantiene una posición firme: sin descuento, sin venta.
Una ventana que se cierra: el reloj avanza
El tiempo corre en contra de Luis. La pretemporada del Barça empieza a asomar y, con ella, la necesidad de inscribir a nuevos fichajes. En ese contexto, sin primeras salidas confirmadas, la opción de fichar un jugador ‘top’ como Díaz se diluye ante las urgencias económicas y burocráticas.
En este sentido, existe cierta frustración entre los movimientos del entorno de Díaz. Desde su representación se ha expresado en privado que Luis está dispuesto a esperar, pero el Barça no puede estirar la negociación indefinidamente. Su expectativa es que Liverpool baje al menos a los 60 millones + variables, cifra que el club catalán considera asumible dentro del límite salarial y su plan de fichajes.
No obstante, la sensación interna es que se le está pasando el tren. Con Nico Williams listo para fichar y otras operaciones en marcha, Díaz ha visto reducido el protagonismo en la hoja de ruta deportiva.
¿Última oportunidad?
En este punto, la negociación queda en manos del Liverpool. Si el club inglés rebaja sus exigencias, Díaz seguirá siendo viable para el Barça. Si no, la oportunidad se desvanecerá, y Luis deberá decidir si esperar un año más o aceptar otra ruta en su carrera.
Mientras tanto, Díaz sigue generando expectación. Es el colombiano consciente de que el tiempo juega en su contra, pero apela al convencimiento táctico del Barça de que su fichaje permitiría formar un ataque explosivo y veterano, junto a Lamine Yamal. El partido más decisivo ahora mismo es el duelo silencioso entre su voluntad y las cuentas de Anfield.
Este pulso en ciernes podría marcar el final del culebrón o ser el gran golpe estival del Barça. Todo dependerá de si Liverpool cede o mantiene su precio inalcanzable.