En Anfield se disputaba este domingo el partido entre los dos mejores equipos de Europa a día de hoy. Y en el estadio que el Barça hizo el ridículo hace unos meses se ha confirmado que el Liverpool, el vigente campeón de la Champions, es el mejor sin ningún tipo de duda. Los reds han destrozado al Manchester City de Pep Guardiola y ya tienen en el bolsillo media Premier League.

La ley de Klopp

Estamos en el mes de noviembre, después de tres meses de competición, pero en Inglaterra ya hay un líder firme y muy sólido. El Liverpool ha empezado la temporada de manera excepcional, sin casi temblar, y ha confirmado las expectativas en el partido más esperado del año inglés.

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Aunque el City estaba obligado a ganar para no dejar escapar a su gran rival en la lucha por el título, los reds han utilizado su fútbol demoledor para hacer un golpe sobre la mesa.

Y lo ha hecho desde desde el principio. Fabinho ha hecho un disparo potentísimo e imparable para Bravo, que se ha convertido en el primer gol del partido en el minuto 6. Un golpe muy duro para el City y que ha sido la antesala del segundo, en el minuto 13, con un contragolpe de libro y un remate delicioso de cabeza de Salah.

Dos goles que han dejado tocado y casi hundido al equipo de Guardiola. El planteamiento de Jürgen Klopp ha desbaratado el esquema del Manchester City. E incluso se ha visto el equipo citizen, totalmente descolocado, sin posesión y sufriendo en cada contragolpe del Liverpool.

Vibrando como contra el Barça

Los de Klopp han hecho vibrar a Anfield como nunca, recordando aquella noche histórica de hace unos meses contra el Barça. Y a pesar de dejar hacer al City, a medida que han pasado los minutos se han vuelto a centrar. La pelota ha vuelto a ser sky blue y el ritmo lo ha llevado el equipo de Guardiola. Pero ha durado poco más de un cuarto de hora.

Ha sido un espejismo en un partido que acabaría siendo el que el Liverpool quería. Inicio de la segunda parte y en el 50 Mané hace el tercero de los de Klopp. Conexión Salah-Mané y sentencia.

Después el City ha arriesgado, ha subido las líneas, pero el Liverpool ha seguido sin temblar. Los locales le han vuelto a discutir la posesión a un City irreconocible y sin alma. Sólo un gol de Bernardo Silva en el 78 ha maquillado un marcador justo. El último arreón de los de Guardiola no ha sido suficiente.

Y continúa la pesadilla: el City no gana en Anfield desde el año 2003. La Premier todavía es más red porque el Liverpool ya le saca 9 puntos a los de Guardiola, y la temporada pasada sólo perdió un partido. Pero aún no está nada dicho, la temporada es muy larga.