Ser un campeón implica muchas veces ser un referente en temas sociales. Lewis Hamilton, seis veces campeón de Fórmula 1, lo es. Desde la muerte de George Floyd y el auge del movimiento Black Lives Matter, el piloto británico se ha reivindicado varias veces para que su deporte haga más acciones para combatir una lacra como es el racismo.

Hamilton se ha dirigido directamente a Jean Todt, el presidente de la Federación Internacional del Automovilismo (FIA), y lo ha acusado de no ser un líder. "Necesitamos a un líder. ¿Dónde está Jean en este escenario?", ha criticado el campeón del mundo. Considera que él ha hecho más para combatir el racismo que los organismos de la F1, poniéndose en contacto con otras escuderías para crear un frente común: "No tendría que ser cosa mía llamar a los equipos. Yo los animaré, pero no tendría que ser yo quien los llame, eso tendría que ser trabajo de arriba hacia abajo, tendría que ser discutido por los altos cargos que mueven los hilos".

A pesar de sus críticas, sí que es cierto que este año se han hecho algunos gestos en contra del racismo, como arrodillarse antes de empezar el GP de Austria y vestir la camiseta con el mensaje Black Lives Matter. Sin embargo, no es suficiente para crear la conciencia necesaria para parar un problema tan grave como es el racismo.

Mercedes, con monoplazas negros

Mercedes, la escudería donde milita Lewis Hamilton, tomó la iniciativa y decidió teñir sus monoplazas de color negro como símbolo de protesta contra el racismo. Esta acción, probablemente promovida por el propio Lewis Hamilton, ha despertado el Interés de otros pilotos, que se preguntan qué pueden hacer en esta lucha.

Lewis Hamilton Formula 1 Mercedes EFE

Lewis Hamilton con su coche de Mercedes.

La pena es que Mercedes es sólo una de las diez escuderías que conforman la Fórmula 1, y ninguna otra ha hecho un gesto tan reivindicativo como el de cambiar el color de los monoplazas. Por lo tanto, tal y como dice Hamilton: "No hemos progresado. Hemos dicho cosas, se han publicado declaraciones y hemos hecho gestos, como arrodillarnos, pero no hemos cambiado nada, excepto parte de nuestra conciencia".