El FC Barcelona vive uno de sus mejores temporadas en los últimos años. Bajo la dirección de Hansi Flick, el equipo ha resucitado de años anteriores, conquistando la Copa del Rey ante el Real Madrid, liderando LaLiga y preparándose para disputar las semifinales de la Champions League. Sin embargo, no todo son buenas noticias en can Barça. A pesar del éxito colectivo, en el club ha comenzado a crecer la preocupación por Lamine Yamal.
Con solo 17 años, Lamine Yamal se ha consolidado como uno de los delanteros más prometedores del mundo. Su desparpajo, velocidad y capacidad para desbordar han maravillado tanto a la afición como a los expertos. Cada actuación suya en el campo es una lección de calidad, y su importancia en el esquema de Flick es incuestionable. Sin embargo, el problema no está en su rendimiento deportivo. Y tampoco en el vestuario. Lo que realmente preocupa es lo que pasa fuera del campo.

Lamine Yamal ilusiona, pero también preocupa
En los despachos del Barça hay cierto malestar por la vida extradeportiva que está comenzando a llevar el joven jugador. A su corta edad, ya maneja cifras millonarias y una fama que pocos pueden gestionar sin un entorno sólido. Y ahí radica el primer punto de alarma: el club confía en su madurez, pero no confía plenamente en el entorno Lamine. Especialmente en la figura de su padre, Mounir Nasraoui, quien, según fuentes internas, parece más enfocado en su propia visibilidad pública que en el desarrollo equilibrado de su hijo.
Pero este entorno no es lo único que ha encendido las alarmas. Se teme que su involucración en la Kings League o su pasión por las redes sociales puedan ser demasiada distracción. Mientras que algunos de sus comportamientos están siendo cuestionados. Por ejemplo, su decisión de teñirse el pelo antes de la final de Copa, gesto que algunos han interpretado como una señal de prepotencia o falta de humildad. Y en esta línea, una de sus intervenciones en la rueda de prensa previa al choque contra el Inter de Milán: "¿Crecidito? Bueno, mientras gane, no me pueden decir nada. Cuando ganen, sí", ha respondido cuando le han cuestionado sobre las opiniones que generan algunas de sus actitudes este curso.
🔵🔴 Lamine Yamal: "A los que dicen que estoy crecido les digo que mientras gane no pueden decirme nada..."
— MARCA (@marca) April 29, 2025
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Desde el club se trabaja desde siempre para proteger a los jugadores de la Masia, y Lamine no es la excepción. Saben que el crack está en una etapa de formación personal y que su entorno mediático puede desviar su atención del objetivo principal: triunfar en el fútbol. Pero a su corta edad, tiene muchos años todavía por delante. Y existe preocupación de que se pueda torcer más pronto que tarde.