El ambiente en el Atlético de Madrid vuelve a tensarse en la delantera. Alexander Sorloth ha pasado de ser una apuesta interesante por físico y remate, a convertirse en un problema silencioso dentro del vestuario. Sus números son demoledores: apenas dos goles en once partidos de Liga y un impacto prácticamente inexistente en el juego. Lo peor no son los datos, sino la sensación constante de que cuando el noruego salta al campo, el equipo pierde velocidad, claridad y, en ocasiones, hasta intención ofensiva. Diego Simeone ya está cansado: lo usa solo porque no hay nada mejor para rotar a Julián Álvarez, pero no es la solución que esperaba.
Sorloth decepciona y Simeone empieza a perder la paciencia
Y es que la realidad dentro del club es dura y directa: Alexander Sorloth no está sumando, y en varios encuentros ha terminado siendo un estorbo para el funcionamiento ofensivo. El cuerpo técnico reconoce internamente que su actitud no ayuda. Falta energía, falta competitividad y, sobre todo, falta compromiso. El entorno de Simeone admite que el jugador a veces parece un rival más, alguien desconectado de la idea de presión alta y sacrificio que siempre ha identificado al Atlético.

La afición comienza a impacientarse y los datos no ayudan: en muchos partidos, el noruego pasa desapercibido, pierde duelos, no genera peligro y el equipo se vuelve previsible. Lo que se esperaba como un recurso físico para partidos de desgaste ha terminado siendo un problema evidente. Ni aporta goles ni potencia al ataque. Cuando Sorloth entra, la amenaza ofensiva del Atlético de Madrid se apaga.
La decisión está tomada: enero puede ser su final
De este modo, en el club ya se habla abiertamente de una posible salida en enero. Simeone entiende que no puede seguir sacrificando puntos mientras espera una reacción que nunca llega. Si aparece una oferta, aunque sea modesta, el Atlético de Madrid la escuchará. La dirección deportiva valora seriamente colocar al delantero y liberar espacio salarial para fichar un delantero más competitivo.El mensaje del entrenador a la cúpula es contundente: “si viene algo mejor, Sorloth debe ser el primero en salir”. Y lo cierto es que varias ligas han preguntado por él, especialmente equipos que buscan un perfil físico sin tantas exigencias tácticas. Clubes de media tabla en Inglaterra y Alemania han mostrado interés.
La realidad es que solo juega porque no hay una alternativa inmediata. Si hubiera otro delantero listo, Sorloth ya estaría fuera de la rotación. No es una cuestión personal: es rendimiento. Y el suyo está muy lejos de lo esperado. Así pues, enero puede ser el mes definitivo. El Atlético de Madrid quiere reacción o traspaso. Diego Simeone no quiere seguir jugando con un delantero que, demasiadas veces, parece un rival más.