El fútbol es un deporte de masas, que mueve a muchas personas, pero también es un trabajo más. Y quien trabaja en el mundo del fútbol, lo da todo por su club y su equipo. Pero eso nubla todo lo que hay más allá del fútbol, y también las relaciones entre, por ejemplo, dos antagonistas como José Mourinho y Pep Guardiola.
Este sábado el equipo de Mourinho, el Tottenham Hotspur, y el de Guardiola, el Manchester City, se enfrentan en partido de la Premier League. Los de Londres son octavos en la clasificación y necesitan la victoria para acercarse a la zona de acceso a competición europea. Y los de Manchester son líderes y una victoria supondría un paso de gigante de cara a conseguir el título.
Mourinho y Guardiola durante un partido entre el Tottenham y el Manchester City / EFE
Rivalidad deportiva
Y en la rueda de prensa previa al partido de Mourinho, aparte de hablar de lesiones, de rachas, de sensaciones del equipo y de la necesidad de conseguir los tres puntos, también ha tenido palabras hacia Guardiola. Preguntado por su relación personal con el técnico catalán, después de su enorme rivalidad a lo largo de los años cuando entrenaba al Real Madrid o al Manchester United, ha sorprendido con su respuesta.
Aparte de reconocer el "respeto" que le tiene como entrenador, y en su día como jugador, Mourinho ha confesado que en el mundo del fútbol "el problema de los entrenadores es que no es fácil desarrollar o cultivar amistades, porque no nos vemos". Y añade que "sólo nos vemos antes del partido durante un par de minutos y después del partido durante otro par de minutos, y así es difícil".
Guardiola y Mourinho riendo antes de un partido / GTRES
La relación más humana entre Mourinho y Guardiola
Pero también ha recordado su etapa en el Barça cuando era asistente de Bobby Robson y entrenador de Guardiola: "Con Pep trabajé tres años y nos veíamos cada día, celebramos títulos que ganamos, no lloramos, pero sí sufrimos decepciones cuando perdimos torneos importantes". Y concretamente cree que "fue un gran periodo de nuestras vidas... él como jugador y yo como un joven técnico asistente, y eso es lo que me queda".
Mourinho, que explica que "sólo puedo tener sentimientos positivos hacia él, no tengo ningún negativo", revela un capítulo muy emotivo que define su relación. "Hay momentos en la vida que no se olvidan", ha empezado Mourinho. Uno de estos momentos fue cuando murió mi padre. Él sabía lo importante que era mi padre para mí y me llamó por teléfono, que hoy haría 83. Y cuando su madre murió, yo hice lo mismo". Y ha reiterado que "sólo tengo buenos recuerdos de cuando hemos trabajado juntos", ha concluido el técnico portugués.
Esta tarde en el Etihad Stadium, sin embargo, habrá una nueva batalla deportiva. El fútbol vuelve a enfrentar a Mourinho y a Guardiola.
Imagen principal: Pep Guardiola y José Mourinho saludándose antes de un partido / EFE