El Manchester United no es el que era antes, pero sigue ganando. Con José Mourinho en el banquillo el equipo inglés ha empeorado su juego, es más resultadista, pero es más agresivo que nunca. Y todo este espíritu llega desde el banquillo. La última muestra ha sido en el final del partido de Champions League entre el United y el modesto Young Boys.

Mourinho, con tensión porque aparte de jugarse la cabeza en el banquillo Red Devil, su equipo se jugaba la clasificación para los octavos de final, y finalmente lo consiguió con un gol de Fellaini en el minuto 91, con mano incluida, que ha dado al United el billete para la siguiente ronda de la Champions.

El entrenador portugués, falto de protagonismo, reaccionó de manera desmesurada, pero al nivel de su personaje. Un portabotellines fue el que acabó recibiendo.

Ahora bien, su show no acabó sobre el césped de Old Trafford. Más tarde, ya en la zona mixta y delante de una cámara, se defendió de sus haters de la manera que sólo él sabe hacer.

El United celebra la victoria contra el modesto Young Boys suizo, que ya está fuera de Europa al confirmarse en la última posición del Grupo H. El Valencia irá a la Europa League después de perder contra la Juventus. Y posición del grupo se la disputarán el equipo de Mourinho contra el equipo de Cristiano Ronaldo.