El Barça ha recibido un contratiempo inesperado con la lesión de menisco de Joan Garcia. El guardameta, que se había asentado como un seguro bajo palos para Hansi Flick, estará apartado de los terrenos de juego entre cuatro y cinco semanas. Una noticia amarga para el técnico alemán, que había encontrado en el joven portero no solo fiabilidad, sino también personalidad en un momento clave de la temporada.
Un objetivo entre ceja y ceja
A pesar del diagnóstico médico, Joan Garcia se ha marcado un objetivo muy claro: estar disponible para el Clásico ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, que se disputará el próximo 26 de octubre. El encuentro llegará justo un mes después de confirmarse su lesión, lo que supone un reto mayúsculo en términos de recuperación. Para Joan no se trata de un partido cualquiera, sino de lo que sería su primer Clásico como profesional.

Si algo define al joven guardameta es su ambición y su capacidad de superación. Desde su llegada al primer equipo, Joan ha demostrado no arrugarse en los momentos de máxima presión. Su carácter competitivo lo lleva a forzar la maquinaria para volver lo antes posible, siempre bajo el control de los médicos del club. El portero está convencido de que puede llegar a tiempo y trabaja a contrarreloj para conseguirlo.
Para Flick, la situación no es sencilla. Sabe que Joan Garcia se ha convertido en una pieza fundamental en su esquema, transmitiendo seguridad a la defensa y ganándose la confianza del vestuario. Sin embargo, también es consciente de los riesgos que conlleva acelerar una recuperación de este tipo. La prioridad del cuerpo técnico será no poner en peligro la carrera del jugador por un único partido, aunque la tentación de tenerlo en el Bernabéu sea muy grande.
El Clásico, un escenario soñado
Debutar en un Clásico no es algo que ocurra todos los días. Para Joan, significaría no solo un paso adelante en su carrera, sino también una muestra de confianza por parte de Flick y del club. El portero sueña con vestirse de corto ese 26 de octubre y defender la portería azulgrana en el estadio más exigente del fútbol español.

La cuenta atrás ya ha comenzado. Joan Garcia trabaja intensamente en su recuperación, con el Clásico como horizonte y motivación. En el Barça confían en que, tarde o temprano, volverá a ser el portero sólido que se había ganado el puesto. Lo que está en juego no es solo un partido, sino la confirmación definitiva de que Joan ha llegado para quedarse en la élite.