Hansi Flick lo tuvo claro desde al final de la pasada temporada: el club necesitaba un portero joven, solvente y con proyección para competir con Marc-André ter Stegen. Por eso, pidió expresamente el fichaje de Joan García, el guardameta del Espanyol que fue considerado por muchos como el mejor portero de LaLiga la pasada temporada. Ahora, tras apenas unos entrenamientos con el equipo, Flick ya se siente reivindicado, y en el vestuario no paran de alucinar con el nivel del nuevo fichaje.
Joan García ha caído de pie en el Barça. Su presencia bajo palos, su agilidad, reflejos y temple han sorprendido a propios y extraños. Aunque solo han pasado unos días desde el inicio de la pretemporada, varios jugadores del primer equipo aseguran que su rendimiento está por encima de lo esperado y que transmite una seguridad impropia de un futbolista que acaba de aterrizar.
La situación de Ter Stegen, además, refuerza todavía más la decisión de Flick. El portero alemán arrastra desde hace meses molestias en la espalda, y no se descarta que tenga que pasar nuevamente por el quirófano, lo que lo dejaría fuera de los terrenos de juego varios meses.
Lo más llamativo es que Joan no ha necesitado partidos oficiales para empezar a convencer. En cada sesión de entrenamiento ha demostrado una gran madurez, liderazgo y una capacidad técnica que encaja perfectamente con el estilo de juego del Barça, donde el juego con los pies es fundamental. Además, ha mostrado una rápida adaptación al grupo, y algunos pesos pesados del vestuario ya lo han señalado como un portero preparado para lo que venga.
En el club, muchos reconocen que el fichaje de Joan por solo 25 millones de euros podría ser una de las grandes gangas del verano. A sus 24 años, el portero catalán tiene margen de mejora y promete ser el arquero para los próximos años.
Por ahora, lo que es seguro es que Flick acertó plenamente con su apuesta personal. Joan García está cumpliendo con creces las expectativas, y el Barça parece haber encontrado un portero que dará muchas alegrías.