Nervios, no, hubo muchos nervios en las instalaciones del Barça para acabar de cerrar el mercado de fichajes con éxito. El adiós de Antoine Griezmann y la llegada de Luuk De Jong, finalmente, de madrugada, se confirmaron. Sobre la bocina y después de que las dos operaciones que estuvieron colgando de un hilo durante muchos minutos.

Un día de locos

En el día de ayer, el 31 de agosto del 2021, se precipitaron gran parte de los movimientos a la desesperada del Barça. Objetivo de cesiones o ventas para desencallar como fuera la crítica situación de la masa salarial y mejorar la economía del club. Y por este motivo la maquinaria se puso en marcha.

Al frente de todo, el CEO y director de fútbol, Mateu Alemany, hombre de confianza de Joan Laporta, y Ramon Planes, secretario técnico del Barça. Aparte de ellos, varios empleados más del club y las personas necesarias para cerrar los fichajes en un día de locos.

rafa yuste joan laporta memphis depay matáis alemán efe

Rafa Yuste, Joan Laporta y Mateu Alemany presentando a Memphis Depay / EFE

El día empezó en las oficinas del Barça del Camp Nou. Durante la mañana, primeros movimientos para desprenderse de jugadores sobrantes y también para intentar hacer caja. Ilaix Moriba, Rey Manaj, Emerson Royal, Miralem Pjanic y Álex Collado eran las salidas fijadas. Al mismo tiempo, intento por fichar a un delantero centro y, como sorpresa, intento por colocar a Antoine Griezmann al Atlético de Madrid.

Sonó durante la mañana el intercambio de Griezmann por Joao Félix. Nada que hacer porque el Atlético no se quiso desprender del portugués. Después, algún posible intento con Saúl Ñíguez, pero tampoco podía ser.

Y ya por la tarde, Rey Manaj se marchó cedido al Spezia Calcio italiano, Jandro Orellana volvió al Barça B, se preguntó por Dani Olmo, se confirmó la venta de Ilaix Moriba en el Red Bull Leipzig y Emerson Royal se convirtió en nuevo jugador del Tottenham. Todas las piezas encajaban, pero aún faltaban algunas. No pudieron engañar a nadie con Pjanic, y Álex Collado llegó a un acuerdo con el Sheffield United inglés pero finalmente no se marchó. Mientras tanto, se iba cocinando la cesión de Griezmann y, a la desesperada, la contratación del delantero del Sevilla Luuk De Jong.

joao felix ep

Joao Félix celebrando un gol con el Atlético de Madrid / EuropaPress

Nervios en can Barça

Pero los nervios se apoderaban de los negociadores del Barça. Pasadas las 23.00h, ya estaba todo cerrado entre clubs y con los jugadores: Griezmann cedido al Atlético de Madrid con compra obligatoria y De Jong cedido al Barça una temporada. Y a pesar de tenerlo todo pactado, estaban pendientes del fichaje de Saúl Ñíguez por el Chelsea, que era clave para que el Atlético pudiera confirmar a Griezmann y, posteriormente, el Barça hiciera lo mismo con De Jong.

Alemany, Planes y compañía cambiaron las oficinas del Camp Nou por las de la Ciudad Deportiva. Y La Sexta mostró imágenes impagables de los nervios de Mateu Alemany.

Carreras entre pasillos que se intensificaron a medida que se acercaban las 23.59h, el último minuto para confirmar fichajes e inscribirlos en la Liga. Y las incógnitas se apoderaron de un cierre de mercado totalmente loco.

Al final, sin embargo, después de sufrir para que se hubiera llegado a tiempo o si las operaciones habían caído a última por culpa del traspaso de Saúl al Chelsea —que en Inglaterra tienen una hora menos y les quedaba una hora de margen de mercado—, hubo alegría general. Las buenas noticias llegaron a la 01.05h de la madrugada cuando la Liga confirmó que "las operaciones de Griezmann y De Jong han entrado a tiempo antes del cierre de LaLiga Manager". In extremis, a las 23.59h, el Barça había transferido toda la documentación y había llenado todos los requisitos para inscribir a los dos fichajes independientemente del caso Saúl Ñíguez.

El fichaje de Saúl por el Chelsea se confirmó a las 00.45h, el de Griezmann a la 01.23h y el de De Jong a las 03.05h. Mateu Alemany, sufriendo de lo lindo, pero feliz.

El Barça pudo cerrar las operaciones que quería al límite del tiempo y se ha sacado de encima mucha masa salarial después de desprenderse de Griezmann, el que más cobraba del equipo. Y también se ha traído hacia Barcelona al delantero que quería Ronald Koeman. Aunque todo se completó, también hay que reconocer que no ha sido ni mucho menos un mercado ilusionante para los culés.

 

Imagen principal: Las oficinas del Barça en el Camp Nou / EFE