En el HRC Honda Factory Team no se atreven a renunciar al regreso de Marc Márquez. Aunque son plenamente conscientes de que no es una opción sencilla, están dispuestos a hacer un esfuerzo titánico para convencerlo. Y pondrán todas sus cartas encima de la mesa, desde un salario astronómico, gracias a su infinito presupuesto, hasta una moto capaz de pelear por el título de MotoGP. Porque son muy optimistas con la evolución de la moto.
Ya este año han dado varios pasos al frente, y esperan seguir creciendo durante 2026. En 2027, se implementará un cambio de normativa, que desean aprovechar para poder convertirse de nuevo en la marca de referencia, como lo fueron en el pasado. No obstante, Alberto Puig es consciente de que sacarlo de Ducati no es una misión sencilla, y, por si acaso, ya ha comenzado a pensar en otras alternativas para liderar el proyecto que tienen en mente.
No se puede decir que no estén satisfechos con el rendimiento de Joan Mir y de Luca Marini, pero no creen que sean estrellas mundiales. Así que tienen previsto incorporar, como mínimo, a una cara nueva. Y si el ‘93’ no es una opción viable, no lo dudarán y apostarán por otra opción. Aquí es donde ha aparecido el nombre de Àlex Márquez, al cual también conocen a la perfección, y que ha demostrado que es uno de los mejores de la categoría.
Este curso se ha reivindicado y ha acabado con las dudas que existían, recibiendo numerosos elogios. Ha sido capaz de ganar seis pruebas, y de acumular numerosos podios, que le han valido para proclamarse como subcampeón de MotoGP. Parece evidente que está preparado para dar un nuevo salto en su carrera, e iniciar un desafío en un equipo de fábrica, motivo por el cual su continuidad en el Gresini Racing Team está totalmente descartada.
Han aparecido muchos pretendientes para el hermano menor de Marc, y en Honda controlan muy de cerca su situación.
Honda ofrece un cheque en blanco a Àlex
Yamaha o KTM también han mostrado un fuerte interés por la incorporación de Àlex, pero en el HRC Honda Factory Team no quieren dejarlo escapar. Están convencidos de que tiene las aptitudes necesarias para ser su referencia, y para convencerlo, le ofrecen un cheque en blanco.
Actualmente, percibe un salario inferior al millón de euros por campaña, una ficha que se multiplicaría exponencialmente si acaba en la fábrica japonesa.