El Atlético de Madrid ha asaltado el RCDE Stadium por 0 goles a 1 gracias a un gol de Griezmann bien entrada la segunda mitad del partido. Contrariamente a lo que pasó en Leganés, el Espanyol ha merecido la victoria pero se ha encontrado con un conjunto rocoso que ha aprovechado la única oportunidad clara que ha tenido.

Que la temporada del Espanyol está siendo para enmarcar lo prueba el hecho de que los blanquiazules hayan jugado de tú a tú ante uno de los mejores equipos de Europa. Solvencia, valentía, carácter y lucha; los de Quique han regalado a la segunda mejor entrada de la temporada en su estadio toda una exhibición de buen juego y competitividad que ha puesto contra las cuerdas al Atlético de Madrid durante buena parte del partido.

Pagar con la misma moneda

Incómodos. Los colchoneros no han podido imponer su ritmo de juego y desde el inicio del partido se han tropezado con un conjunto sólido que por momentos les ha recordado a ellos mismos; los madrileños han tenido que enfrentarse a una fotocopia suya en términos de intensidad y firmeza defensiva que de forma inevitable les ha sorprendido. Y con la sorpresa, pero también gracias a los 27.777 de aficionados locales, los pericos han aprovechado para castigar una banda derecha muy desfigurada del equipo de Simeone.

El entrenador argentino, de hecho, lo ha probado todo. Con Giménez como improvisado lateral derecho como consecuencia de las numerosas bajas de su equipo en esta demarcación, Koke, Saúl, Griezmann y Carrasco han llegado a aparecer en la parte ofensiva del carril, pero ninguno de ellos se ha acabado de sentir bien. Y, sobre todo durante los primeros 45 minutos, el Espanyol ha ido a hacer daño allí donde veía la sangre. El acierto delante de Oblak, sin embargo, ha sido una asignatura pendiente, y de hecho el esloveno no ha tenido que intervenir en ninguna ocasión antes de marcharse al descanso.

Lo que se estaba viendo sobre el césped rompía con el guion al cual estaba acostumbrado el público espanyolista las últimas semanas; lejos de las primeras mitades aburridas y planas que estos se encontraban en su equipo, hoy han disfrutado de una versión dinámica que por momentos ha sido presumida pero en otras ocasiones no se ha gustado tanto y ha buscado una desenvoltura sorprendente. No contaba con ocasiones, pero el Espanyol estaba ocupando mucho mejor el terreno de juego.

Efervescencia y tranquilidad...

La reanudación no ha sido ninguna excepción a las que acostumbra a entregar el equipo blanquiazul y las buenas noticias han llegado en forma de muchas más ocasiones locales. El empuje y la presencia ofensiva con las que los de Quique Sánchez Flores salen después del descanso ya es habitual y hoy el Atlético no ha encontrado respuesta a pesar de intentarlo. Thomas ha entrado en el descanso para ocupar la dolida banda derecha colchonera pero no ha conseguido cambiar la situación.

Gameiro, para los visitantes, y Leo Baptistao, héroe perico después del milagroso gol en el campo del Leganés, han entrado cuando restaba media hora para el final del partido con el objetivo de cambiar las cosas en jugadas puntuales. La fuerte salida inicial del Espanyol se ha ido diluyendo y, a pesar de haber merecido algún gol, el marcador reflejaba el mismo marcador con el que se ha iniciado el partido.

... Hasta que aparece el de siempre

Y a medida que unos iban decayendo, los otros han empezado a encontrarse mejor sobre el césped y Diego López ha visto cómo los de Simeone rondaban mucho más su portería. Sin haber hecho prácticamente nada a nivel ofensivo, el Atlético de Madrid se ha encontrado en los instantes final del partido con la posibilidad de acabar sumando los tres puntos. Y lo ha intentado.

Perdonar y acabar pagándolo. El talento no perdona, en ninguna de las dos porterías: en una primera ocasión, Griezmann ha fusilado al portero del Espanyol con un disparo potente, mientras que posteriormente Oblak ha impedido que una gran jugada individual de Leo Baptistao acabara empatando el partido. Juego de áreas. Los colchoneros necesitan muy poco para hacer daño y es muy difícil hacérselo, y los blanquiazules lo han pagado.

Aunque los locales lo han intentado hasta el final, los madrileños han hecho gala de su solidez en Cornellà y han quitado los tres puntos al Espanyol. Los catalanes han hecho un paso hacia atrás en su objetivo europeo, pero la imagen que el equipo ha mostrado no sólo ha estado a la altura de las expectativas sino que las ha superado. Toca seguir remando; si se hace así de bien, se puede seguir soñando.