Domingo. 4 de junio del 2017. Día en que el Girona, por primera vez en sus 83 años de historia, daba el salto a la Primera División para medir fuerzas con los 19 mejores equipos del fútbol español. Montilivi celebró como se merecía un ascenso que se había resistido en las tres temporadas anteriores. Y el fútbol catalán sonrió porque volvía a tener tres equipos en la élite después de diez años.

El empate sin goles contra el Zaragoza valía un sitio en Primera, muchos millones y dos derbis catalanes más. Contra el Barça y el Espanyol. Este sábado (20.45 horas / Movistar Partidazo), el Barça visita Montilivi por primera vez en la Liga. Está previsto que el estadio se llene para ver un partido sin precedentes, más allá de amistosos o eliminatorias de la Copa Catalunya.

Girona: volver a empezar

Cada jornada es un aprendizaje acelerado. Aunque algunos jugadores de la plantilla de Pablo Machín tienen experiencia en grandes ligas europeas, el club ha mantenido el bloque de futbolistas que fueron claves para abandonar la Segunda División. Así, el equipo busca arañar puntos cada fin de semana para alcanzar su principal objetivo de la temporada: la salvación.

El calendario no ha sido benévolo con el Girona en estos primeros partidos de Liga. Atlético de Madrid, Athletic Club, Sevilla y Barça en las primeras seis jornadas. Los rivales, la mayoría de nivel, no han dado tiempo a una aclimatación progresiva.

Machín ha seguido fiel a su sistema, el 3-5-2, y ha conseguido sumar cinco puntos. La gran asignatura pendiente en este primer mes de competición es el gol, ya que sólo ha visto portería tres veces. Unas cifras que pueden complicarle la vida al equipo.

 

Leganés Girona Efe
EFE

Como local, en el renovado Montilivi, el Girona ofrece otra cara. El empuje de una afición que estuvo a punto de vivir la desaparición del club parece gasolina suficiente para poder hacer frente a cualquier rival. Y el empate contra el Atlético lo demuestra (2-2). La gran duda es si el equipo, después de tres partidos consecutivos sin ganar, variará su hoja de ruta para afrontar la visita de un Barça que parece haber cogido velocidad de crucero después de perder con estrépito la Supercopa de España.

El Barça no se detiene

El calendario, entre Lliga y Champions, obligará al Barça a jugar el quinto partido en 15 días. Unas exigencias que ha conseguido superar con buena nota. Todo son buenas noticias para un Ernesto Valverde que ha encontrado la fórmula para unir resultados y buen juego. La lesión de Ousmane Dembélé es la única mala noticia de un inicio de temporada prometedor.

La transición de Luis Enrique a Valverde se presuponía dura. Y no por la diferencia entre entrenadores, sino por las sensaciones que dejó el equipo en el primer título de la temporada. El Madrid superó y redujo a un Barça sin alma. Ahora, un mes después, la historia ha cambiado.

El Barça suma seis victorias consecutivas (cinco a la Liga y una en la Champions). Y lo ha hecho gracias, en gran parte, a Leo Messi. El delantero argentino, pichichi con 9 goles, llega enchufado a Girona después de someter al Eibar con un póquer. Valverde ha conseguido que Messi juegue más cerca del área, haciendo de falso '9'. Los números demuestran el acierto del cambio de sistema. Además, el famoso fondo de armario, que la pasada temporada había provocado tantos dolores de cabeza, vuelve a funcionar con Paulinho y Denis Suárez como abanderados de la causa.