La pretemporada 2025-2026 ya ha comenzado en Can Barça y, aunque aún falta lo más exigente —la gira asiática y los primeros amistosos de nivel—, hay nombres propios que ya empiezan a reclamar su sitio en los planes de Hansi Flick. Uno de ellos es Gavi, que, tras una campaña 2024-2025 marcada por la irregularidad y un rol secundario, ha regresado con una energía renovada y el mensaje claro: no piensa ser suplente.
El centrocampista andaluz disputó 26 partidos oficiales el curso pasado, con apenas 1 gol y 1 asistencia, y aunque siempre fue uno de los primeros recambios del técnico alemán, su influencia en el juego fue menor respecto a la etapa previa a su grave lesión de rodilla en noviembre de 2023. Ahora, con la exigencia por las nubes y una sala de máquinas más competitiva que nunca, el internacional español quiere volver a ser indiscutible.
Un centro del campo repleto de talento
La competencia en la medular del FC Barcelona es sencillamente feroz. Flick ha recuperado a un Frenkie de Jong con galones, un Pedri más regular físicamente, y ha sumado a Dani Olmo, que puede actuar tanto de interior como de falso extremo. A ellos se suman los jóvenes Marc Casadó y Marc Bernal.
Pero no acaba ahí. El técnico germano ha sorprendido en los primeros días de entrenamiento al destacar el nivel del juvenil Dro, un centrocampista de solo 17 años que ha impresionado por su madurez táctica y despliegue físico. Flick ya ha confirmado que viajará con el primer equipo a la gira asiática, lo que aumenta aún más la presión interna por hacerse con un hueco en el once.
Gavi, entre la rabia competitiva y la necesidad de evolucionar
En este contexto, Gavi sabe que no le basta con su carácter o su intensidad habitual. Su evolución como futbolista debe pasar por afinar su toma de decisiones, mejorar su incidencia en los metros finales y adaptarse mejor a las exigencias posicionales que propone Flick. El alemán valora la agresividad, sí, pero también la precisión y el orden, aspectos donde otros compañeros le han sacado ventaja en los últimos meses.
Desde el entorno del club aseguran que el jugador ha vuelto con "una mentalidad de hierro", consciente de que este puede ser un año bisagra para su carrera. A sus 21 años, el margen de mejora sigue ahí, pero la exigencia del Barça actual no perdona estancamientos.
En el cuerpo técnico lo tienen claro: si Gavi quiere recuperar la titularidad, tendrá que pelearlo cada semana. El talento está, pero la competencia nunca ha sido tan alta.