En plena gira asiática, el FC Barcelona afina su puesta a punto de cara a la temporada 2025/26. Mientras Hansi Flick toma decisiones clave para estructurar su plantilla, hay un nombre que ha vuelto con fuerza y que está llamando la atención de todo el cuerpo técnico: Gavi. El centrocampista andaluz, tras una temporada complicada en la que perdió protagonismo, está sorprendiendo a todos por su nivel, intensidad y actitud competitiva.
Un regreso que cambia el escenario
Después de pasar gran parte del curso anterior a la sombra de nombres como Pedri, Fermín López o incluso De Jong, Gavi ha regresado con hambre y con un mensaje claro: quiere recuperar su sitio en el once. Su rendimiento en las sesiones de entrenamiento está siendo altísimo, y en los primeros amistosos se le ha visto con chispa, claridad con balón y su habitual agresividad positiva para presionar y marcar ritmo.

En el club valoran mucho su respuesta. Gavi no se ha quejado públicamente ni ha presionado por minutos. Ha preferido dejar que su fútbol hable. Y en esta pretemporada, lo está haciendo.
Flick toma nota… y otros sienten la presión
Hansi Flick está encantado con su actitud. El técnico alemán no le regaló minutos la temporada pasada y dejó claro que, en su sistema, la meritocracia no es negociable. Pero Gavi ha entendido el mensaje y ha vuelto con una versión más madura, más disciplinada tácticamente y con mayor lectura del juego sin balón.
Su rendimiento empieza a generar dudas en el dibujo habitual del técnico, que ya analiza cómo encajar a Gavi sin debilitar la estructura del equipo. La competencia en el centro del campo es feroz: Pedri, Casadó, Fermín, Dani Olmo, De Jong y Marc Bernal. Pero con este nivel, dejar a Gavi fuera empieza a ser una decisión incómoda.
Un jugador con peso en el vestuario
A pesar de su juventud, Gavi tiene voz dentro del vestuario. Es respetado, querido y representa el carácter competitivo que Flick quiere imprimir al equipo. Su conexión con Lamine Yamal es excelente, y su empuje en cada entrenamiento ha sido contagioso para los más jóvenes.

En el club creen que puede ser una de las sorpresas positivas del curso. Si mantiene este nivel, no solo recuperará minutos, sino que puede acabar siendo una pieza clave en los planes de Flick para rotar el equipo sin perder agresividad en el mediocampo.
Gavi ha vuelto. Y lo ha hecho para quedarse. Flick lo sabe. El vestuario lo nota. Y más de uno empieza a mirar por el retrovisor. Porque cuando Gavi aprieta, no hay sitio garantizado para nadie.