Lío importante en el fútbol sala femenino, cuyos equipos se verán obligados por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) a competir este fin de semana sin tener que haber pasado los tests PCR. No jugar provocaría una sanción económica y la pérdida de tres puntos y, en el caso de ser reincidente, el club incluso podría ser expulsado y descendido.

La situación choca con la de los clubes que dependen de la Federació Catalana de Futbol (FCF), que ni entrenan ni compiten por el parón de toda actividad por la pandemia del coronavirus.

La problemática surge a raíz de una circular, la número 22, enviada el pasado 28 de octubre y que describe el "Nuevo protocolo de actuación para las competiciones oficiales de ámbito estatal y carácter no profesional". En el escrito se describen con todo detalle todos los puntos a seguir por los equipos para la prevenir la Covid-19. El problema surge al final de todo, donde se especifica que las medidas entrarán en vigor "los días 14 y 15 de noviembre de 2020". A partir de ese momento, será obligatorio "haber pasado los test según la secuencia correspondiente". ¿Y antes?

CIRCULAR

Extracto de la Circular Nº 22 enviada por la RFEF a los clubes en los que se informa que hasta los días 14 y 15 de noviembre no será obligatorio pasar los tests PCR para jugar / RFEF

Tests sólo para las jugadoras con ficha estatal, ni para técnicos ni para juveniles

Entre las medidas tomadas por la RFEF está la de enviar tests PCR a todos los clubes, que en muchos casos no tienen la capacidad económica para comprarlos. El primer problema es que estos tests, que se han enviado en cantidades muy justas, no serán obligatorios este fin de semana. La RFEF ha comunicado que deben durar para todo el mes de noviembre, por lo que se ha hecho un llamamiento a nivel interno para, en el caso que sean escasos, no sean usados en los partidos de este fin de semana al no ser todavía obligatorios.

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El primero equip femenino del CE Futsal Mataró es uno de los ocho conjuntos catalanes que compiten en la 2ª División / CE Futsal Mataró 

El otro problema lo denuncia a ElNacional.cat Juanjo Capdevila, presidente del FS Castelldefels. "Sólo envían tests para las jugadoras con ficha nacional. Eso significa que no hay tests ni para los miembros del cuerpo técnico ni para las jugadoras juveniles". Ante esta situación, los clubes deben actuar de forma unilateral. "Nosotros hemos comprado tests para el resto de jugadoras y para los entrenadores, pero lo hacemos porque así lo hemos decidido. Nadie nos garantiza que, en plena segunda ola, todos los clubes lo vayan a hacer", añade.

Un 'hobby' con obligaciones profesionales

El principal problema con el que se encuentran estos clubes es que son tratados como profesionales sin serlo. "Nuestras futbolistas juegan como hobby, para hacer deporte. El gran éxito que deberíamos buscar en todos los deportes es poder entrenar, socializar. La competición es lo de menos", explica Juanjo Capdevila.

FS Ripollet

Las jugadoras del FS Ripollet, celebrando el ascenso a la 2ª división / FS Ripollet

Ante esta situación, algunos clubes incluso se están planteando no jugar la próxima jornada e incluso abandonar la competición. El dilema, claro, es que de hacerlo se exponen a una dura sanción. "En la jornada 2 nos negamos a jugar porque el equipo contrario no se había hecho los tests", recuerda el presidente del  FS Castelldefels, que en estos momentos es el último clasificado con -2 puntos.

Cuestionados por este asunto, desde la FCF no hacen declaraciones, al considerar que es una problemática que corresponde a la RFEF. Y desde la RFEF informan que los tests ya han sido enviados. "No serán obligatorios hasta los días 14-15, pero sí es recomendable que se los hagan ya. Si no se los hacen será porque no los han ido a buscar, porque no tienen capacidad de conseguirlos por su cuenta o porque no quieren", apuntan desde la RFEF.

Sea como sea, lo cierto es que este fin de semana rodará el balón en un montón de pabellones sin que las jugadoras hayan tenido que pasar obligatoriamente un test PCR. En plena segunda ola del coronavirus y con la población confinada por municipios.