El FC Barcelona de Hansi Flick para la temporada 2025/26 comienza a tomar forma y, con ello, se confirman algunas decisiones de calado que no dejarán indiferente a nadie. La posible llegada de Nico Williams obligará al técnico alemán a reformular su ataque, y el gran damnificado en ese nuevo esquema podría ser nada menos que Robert Lewandowski. El delantero polaco, que llegó como una estrella en 2022, parece destinado a un nuevo rol: el de revulsivo de lujo.
Desde el cuerpo técnico ya se trabaja con la hipótesis de que Nico llegue en las próximas semanas. La operación está avanzada, existe un acuerdo entre el jugador, y solo faltan flecos administrativos y resolver la fórmula de pago de su cláusula. Con su incorporación, Flick planea una delantera completamente renovada, más joven, dinámica y asociativa.
El nuevo frente ofensivo
La idea que toma fuerza en los despachos deportivos y en la pizarra de Flick es clara: Nico Williams ocuparía la banda izquierda, su hábitat natural y donde más daño ha hecho en el Athletic Club. En la derecha, Lamine Yamal es intocable. El canterano ha sido uno de los grandes nombres de la pasada temporada y el futuro del equipo gira, en parte, en torno a él.
Para completar la línea de ataque, Flick contempla a Raphinha como mediapunta, una posición donde ha rendido bien y que le permite aprovechar su visión y último pase. Y, como gran novedad, el puesto de falso ‘9’ lo ocuparía Dani Olmo, el fichaje estrella del pasado verano. Olmo puede jugar por dentro, tiene gol, movilidad y es un jugador que Flick conoce a la perfección.
Lewandowski, ¿suplente?
Con este planteamiento, Lewandowski perdería su condición de titular indiscutible. En el club ya se asume que, a sus 36 años, el polaco deberá dosificarse más y no puede jugarlo todo. Aunque ha sido un goleador notable desde su llegada, también ha tenido fases de bajón físico y su presencia ha condicionado en ocasiones el juego colectivo del equipo.
Hansi Flick ya le ha comunicado que contará con él, pero no como intocable. Tendrá minutos, será importante, pero no imprescindible. Esta gestión, que podría parecer polémica, responde al deseo del club de rejuvenecer la plantilla y dar protagonismo a los nuevos fichajes. Además, se espera que Lewandowski acabe saliendo en 2026 rumbo a Arabia Saudí, donde ya se ha hablado de un compromiso verbal.
El Barça, hacia un nuevo ciclo
Con la irrupción de jóvenes como Lamine, las apuestas firmes como Olmo o Nico, y la necesidad de oxigenar la plantilla, Flick ha comenzado a diseñar un Barça más veloz, asociativo y moderno. Un equipo menos dependiente de figuras veteranas y con mayor proyección de futuro.
El cambio de rol de Lewandowski es uno de los primeros movimientos simbólicos de esta nueva era. De estrella absoluta a jugador de rotación, el Barça da un giro generacional y, con Flick al mando, nadie tiene el puesto asegurado.