Ronald Araujo ha dejado de ser intocable en el Barça. El central uruguayo atraviesa un momento muy delicado en lo deportivo, y los últimos partidos han encendido todas las alarmas en el cuerpo técnico. Hansi Flick, que llegó al banquillo con la intención de recuperar su mejor versión, ya no oculta sus dudas y valora una solución que hace unas semanas parecía impensable: relegar a Araujo al papel de cuarto central.
La irrupción de Pau Cubarsí, que se ha consolidado como uno de los pilares del nuevo Barça, y el buen momento de Iñigo Martínez, han modificado por completo el panorama en la defensa azulgrana. Ambos han formado una dupla sólida, segura y con una gran compenetración en los partidos clave. Para Flick, a día de hoy, Cubarsí-Iñigo es la pareja titular sin discusión.
Araujo pierde terreno
Araujo, que hasta hace poco era visto como el líder natural de la zaga, ha cometido errores graves en varios encuentros recientes, especialmente en escenarios exigentes como la Champions. Su toma de decisiones, especialmente en la salida de balón y en la presión alta, ha dejado mucho que desear, algo que no pasa desapercibido en un Barça que basa buena parte de su juego en el control y la precisión desde la defensa.

Flick considera que el rendimiento no puede estar por debajo del escudo, y por eso está dispuesto a tomar decisiones difíciles. Con los partidos más decisivos de la temporada por delante, el técnico alemán quiere que sus centrales lleguen frescos y en plena forma, pero no piensa arriesgar el equilibrio del equipo en defensa.
Eric García gana enteros
La gran novedad en este plan es el nombre de Eric García, que ha pasado de estar prácticamente descartado a convertirse en una alternativa real. Flick valora mucho sus condiciones técnicas, su buena colocación y, sobre todo, su capacidad para iniciar el juego desde atrás con precisión. En los minutos que ha disputado esta temporada ha respondido con solidez y sin errores de bulto.
Eric no tiene la potencia física de Araujo, pero ofrece una lectura táctica más acorde con lo que Flick busca en sus centrales. Y ante la necesidad de rotar a Cubarsí e Iñigo, el técnico quiere premiar el rendimiento de quien ha cumplido, no la jerarquía pasada. La idea de convertir a Eric en el tercer central y dejar a Araujo como el cuarto está encima de la mesa.

¿Futuro comprometido?
Esta decisión, si se confirma, no solo tendría consecuencias inmediatas en el reparto de minutos, sino también en el futuro de Araujo dentro del club. El uruguayo tiene mercado y no se descarta que el Barça escuche ofertas en verano si no recupera su nivel. Clubes como el Bayern y el Newcastle han mostrado interés, y en las oficinas del Camp Nou saben que una venta podría ayudar a aliviar las cuentas.
Por ahora, Flick mantiene el discurso de la meritocracia. Pero su plan es claro: el que rinde, juega. Y el que no, espera su oportunidad. Araujo, que hace apenas un año era uno de los pilares del equipo, se enfrenta ahora al reto de recuperar su lugar… o aceptar un rol secundario en un Barça que ya no espera a nadie.