El fútbol da muchas vueltas y pocos casos lo ejemplifican mejor que el de Eric Garcia en el FC Barcelona. El central catalán, que hace apenas unos meses parecía estar con pie y medio fuera del club, se ha convertido en un futbolista indiscutible en los planes de Hansi Flick. Su evolución ha sido meteórica y, hoy por hoy, nadie discute que es pieza clave en el esquema del técnico alemán.
De descarte a pieza fundamental
En el mercado de invierno de la pasada temporada, la salida de Eric Garcia estuvo prácticamente cerrada. El futbolista tenía propuestas interesantes sobre la mesa y todo apuntaba a que se marcharía en busca de minutos. Sin embargo, Flick fue tajante y pidió al club que frenara cualquier operación. El entrenador estaba convencido de que el canterano sería importante en el tramo decisivo de la temporada. Y no se equivocó: Eric cerró el curso con actuaciones sólidas, ganándose poco a poco la confianza del cuerpo técnico y de la afición.
En esta nueva campaña, Flick ha dado un paso más en su apuesta por Eric. Le ha recolocado como lateral derecho, una posición que no era la suya natural pero en la que ha sabido adaptarse con rapidez y solvencia. Su inteligencia táctica, su lectura defensiva y su capacidad para sacar el balón jugado han encajado a la perfección con las necesidades del equipo. El resultado es que Eric no solo ha cumplido, sino que ha conseguido sentar a Jules Koundé, uno de los hombres más utilizados en esa posición la pasada temporada.
La confianza de Flick, clave
La transformación de Eric no se entiende sin la confianza absoluta de Flick. El alemán valora su disciplina, su capacidad de aprendizaje y su polivalencia. Además, el técnico considera que el catalán aporta una seguridad en defensa que permite a jugadores como Lamine Yamal desplegarse con mayor libertad en ataque por la banda derecha. La conexión entre ambos está funcionando y se ha convertido en un argumento más para mantener a Eric en el once inicial.
Eric Garcia ha pasado de estar en la rampa de salida a ser un futbolista imprescindible para el Barça. Con apenas 24 años, tiene todavía un amplio margen de crecimiento y Flick está decidido a seguir potenciando su evolución. El jugador, por su parte, se siente en uno de los mejores momentos de su carrera, con confianza y la convicción de que puede consolidarse como un referente en el equipo.
La situación de Eric Garcia es una lección de resiliencia y trabajo silencioso. Lo que parecía un futuro lejos del Camp Nou se ha transformado en un presente en el que es titular indiscutible. Flick lo ha confirmado con hechos: el canterano no se mueve del once y todo indica que su importancia en el Barça irá a más. Lo que hace unos meses parecía un adiós inevitable, hoy es un nuevo comienzo.