Cuando sólo quedan dos compromisos para el Barça antes de llegar al parón navideño, ningún jugador de los que llegó este verano se ha estrenado con la camiseta blaugrana en un partido oficial. Del entusiasmo inicial entre los aficionados al bajo porcentaje goleador de los recién llegados. Del anhelado banquillo de lujo a un dolor de cabeza para Luis Enrique.

Después de mucho tiempo buscando figuras como la del cuarto delantero, el sustituto natural de Iniesta o el acompañante de garantías de Gerard Piqué en el eje de la defensa, el Barça pudo presumir, el día de cierre del mercado veraniego de fichajes, del hecho de contar con una plantilla más que completa. Incluso Luis Enrique se atrevió a afirmar sin dilaciones que tenía "el mejor equipo desde que había empezado a entrenar al Barça". Sobre la mesa, los movimientos que el Barça hizo en verano eran de alto nivel. A pesar de los más de 120 millones de euros invertidos, el conjunto azulgrana contaba con un fondo de armario profundo, diverso y joven; un fondo de armario que permitiría a los de Luis Enrique ponerse diferentes vestimentas versátiles en función de rivales, rotaciones y otras decisiones técnicas.

Lo cierto es que, poco a poco, se va experimentando una adaptación de los recién llegados al difícil juego del Barça. Digne no rinde como Jordi Alba pero lo suple sin problemas, Umtiti está dominando en la defensa y, siempre que las lesiones lo respeten, le competirá la titularidad a Mascherano. André Gomes, Denis Suárez y Cillessen dominan con más facilidad los automatismos de sus respectivas posiciones, y Paco Alcácer se encuentra lejos de Suárez a nivel competitivo pero no deja de intentarlo. Entre todos ellos, sin embargo, un denominador común: ninguno de ellos ha marcado un gol en partido oficial.

Unos fichajes nada goleadores

Los casos de Cillessen (270 minutos), Lucas Digne (1.114) y Samuel Umtiti (1.128) son, seguramente, los menos preocupantes por razones obvias. En todos los partidos disputados han demostrado que están a la altura de las expectativas y a la de sus competidores posicionales, sobre todo en el caso de los defensas franceses. Además, estos dos últimos nunca han destacado por su faceta goleadora (Digne marcó 3 goles la temporada pasada con la Roma, pero Umtiti sólo había hecho 5 tantos en las 6 temporadas en el Lyon).

Con respecto a la aportación goleadora de Denis Suárez (con 919 minutos disputados) y André Gomes (1.067) sí que se esperaba un poco más de ellos. No están jugando malos partidos, pero sin embargo todavía se busca en ellos parte del desequilibrio ofensivo por el cual se ficharon. El gallego venía de marcar 4 goles con el Villarreal a la temporada 2015-2016 y 3 con el Sevilla el curso anterior, mientras que el portugués había visto portería en 4 ocasiones en cada uno de los dos años que militó en el plantel del Valencia. Con la elástica culé, sin embargo, ninguno de los dos ha conseguido marcar. Aunque el monopolio de Messi, Suárez y Neymar en tareas de finalización de jugadas se lo está poniendo difícil, ambos han tenido tiempo y oportunidades más que suficientes como para anotarse alguna diana.

Alcácer no tiene suficiente con marcar en Doha

Más allá de partidos sin historia en Qatar, Paco Alcácer todavía no ha sumado ningún gol a su cuenta particular en partidos oficiales. La situación del de Torrent es la más comentada entre los fichajes del Barça esta temporada, y es que el exjugador de la Valencia llegó para poder dar descanso a Luis Suárez y aportar mutabilidad a la ofensiva azulgrana. Después de 505 minutos en 10 partidos, sin embargo, entre los aficionados del Camp Nou hay más desconfianza que fe. En sus botas se encuentra la opción de cambiar la situación.

La fiesta goleadora de Arda Turan y Rafinha

Esta realidad que viven los fichajes del Barça choca de lleno con la faceta goleadora de otras piezas del equipo de Luis Enrique. Sin ir más lejos, Arda Turan ha marcado 8 goles en 1.143 minutos jugados y Rafinha 5 en sólo 485 (el brasileño sale prácticamente a un gol por partido). Incluso Carles Aleñá, con un gran gol en la Copa del Rey frente el Hércules, ha visto portería con el primer equipo del Barça a pesar de disputar sólo 75 minutos.

La situación adquiere más relevancia si se echa un vistazo a todos los jugadores que este verano abandonaron la Ciudad Deportiva. Munir (en dos ocasiones), Sandro (en seis), Marc Bartra, Halilović, Adriano, Thomas... Incluso Douglas ha conseguido enviar la pelota entre los tres palos. Es obvio que la valoración del fondo de armario tiene que ir mucho más allá de la cantidad de goles que se marquen a lo largo de una temporada, pero es una cuestión que, cuando menos, sorprende. De momento, se ha pasado de unas grandes expectativas iniciales a un dolor de cabeza importante para Luis Enrique.