Fernando Alonso no vive la realidad que le gustaría en Aston Martin. Después de un inicio de campeonato de la Fórmula 1 maravilloso, consiguiendo cinco podios y un cuarto lugar en las primeras seis carreras, ahora se encuentra en una situación radicalmente opuesta, viendo como muchos monoplazas son mejores que ellos y sin saber si habrá recuperación. Es por este motivo que estos problemas empiezan a dejar abierta la posibilidad de un divorcio.
Montaña rusa de Fernando Alonso
Alonso es uno de los mejores pilotos de la parrilla y seguramente lo que tiene mejores manos. Pero no por eso tiene que ganar todas las carreras. El coche tiene que estar en su línea y no fallar en los momentos clave. Pero el Aston Martin es una montaña rusa de sensaciones y de rendimiento. Y por eso Alonso no se fía nada.

El caso es que en las últimas carreras ha quedado claro que el Aston Martin ya no puede luchar por los podios. Red Bull, Ferrari, Mercedes y McLaren están por delante de Alonso. Y todos los equipos han mejorado bastante menos ellos. Por eso hay que hacer un replanteamiento de la situación.
Fernando Alonso tiene contrato con Aston Martin hasta el 2024 y tenía la intención de renovar. Ahora, sin embargo, ya no lo ve tan claro. Y tampoco lo convence de que Honda se convierta en el fabricante del motor en el 2026. Si el resto del coche no acompaña, entonces no hay que seguir pensando en posibles victorias y una hipotética lucha para ganar el Mundial de un futuro.

Malas sensaciones de Aston Martin
Y después de la octava posición de Fernando Alonso en Japón, Mike Krack, el jefe de ingenieros de Aston Martin, ha intentado explicar los motivos reales de esta bajada de rendimiento del Aston Martin en este segundo tramo de temporada: "Nuestras actualizaciones no han dado tantos resultados como esperábamos. Por descontado, siempre nos preguntamos si los métodos y la dirección del desarrollo fueron correctos. Por lo tanto, habrá que hacer los cambios necesarios para el futuro".
Eso quiere decir que desde de Aston Martin reconocen los errores. Y Krack ha ido más allá: "Tenemos la situación opuesta a la del año pasado. Si empiezas bien y después los otros te superan poco a poco, eso no es bueno para la moral. Por eso es muy importante para nosotros invertir la tendencia. Tenemos que cambiar las cosas dondequiera que terminemos". Unas sensaciones malas, yendo de más a menos, y confirmando que no parece que se puedan recuperar rápidamente.

Y estos problemas de rendimiento inmediato dejan a Fernando Alonso en una situación comprometida. La realidad es que el piloto asturiano quiere conseguir éxitos muy pronto, o sino ya será demasiado tarde para él. Y por eso todo podría acabar con un divorcio, ya sea en este final de temporada o ya pensando en el próximo año aprovechando que acaba contrato.