El Espanyol 2025/26 ilusiona. Con la salida de Joan Garcia ya en el pasado, el equipo de Manolo González ha anunciado hasta 9 futbolistas, destacando entre estas incorporaciones nombres como el de Marko Dmitrovic, Kike García, Ramón Terrats y, como no, Roberto Fermández.

Todos ellos están llamados a configurar una plantilla de garantías para que el equipo vuelva a alcanzar el objetivo de la permanencia, a poder ser, con más margen que en esta última temporada. Y todos ellos lo harán vistiendo una camiseta retro que está inspirada en una de las épocas doradas del club.

Kelme ilusiona el espanyolismo

La nueva piel de los futbolistas pericos se inspira en los años 80, cuando el equipo firmó varias consecuciones destacadas, como llegar a la recordada final de la Copa de la UEFA en 1988 contra el Bayer Leverkusen. Entre 1984 y 1992, los pericos volaron muy alto, cuajando también una reseñable tercera posición en Liga durante la temporada 1986/87.

Con esta nueva camiseta, Kelme ha buscado fusionar el espíritu retro que tan de moda está a día de hoy con las emociones, el orgullo y el sentimiento de pertenencia que el espanyolismo tuvo más que nunca viendo a su equipo intimidar, tanto a escala nacional como escala continental.

El cuello tipo polo, la característica huella de Kelme desde el lateral del cuello hasta la manga o el característico patrón blanco-azul-blanco en forma de tres líneas verticales en la zona frontal apelan a una época en la que ser del Espannyol, a pesar de ser minoría en Barcelona, estaba de moda. Además, con la modalidad de la camiseta con manga larga, la equipación gana todavía más simbolismo en recuerdo a la mencionada etapa.

El Espanyol impulsa la juventud y rebeldía

Y de la misma manera que el club apuesta por mezclar pasado y futuro en su equipamiento, la dirección deportiva lo hace con pasado y presente para la plantilla. La llegada de perfiles jóvenes con potencial, la consecución de los derechos de Roberto y la todavía no oficial renovación de Javi Puado se mezclan con el oficio y veteranía de los Marko Dmitrovic y Kike García.