El Levante se ha llevado una victoria tan injusta como valiosa del RCDE Stadium (1-2) y ha puesto un pie y medio en los cuartos de final de la Copa del Rey. Los de Quique Sánchez Flores han hecho una muy mala primera parte y cuando han sido superiores a sus rivales no han sabido aprovecharlo.

Ha vuelto la Copa y, con ella, el ambiente frío en Cornellà. Y no precisamente por la temperatura. Después de la victoria en el último suspiro contra el Atlético de Madrid en el último partido del 2017, en qué el RCDE Stadium vibró con mucha fuerza, el Espanyol quería empezar el nuevo año con una victoria. Si lo hacían, los de Quique Sánchez Flores romperían la mala racha blanquiazul desde su mudanza en el nuevo estadio: seis derrotas y dos empates en los últimos ocho cursos.

Desafinados

El hito no era posible sin alguien que hubiera creído en ello; sin alguien que viera que aquello que parecía imposible sólo era complicado. Gerard Moreno lo ha vuelto a hacer y se ha vestido del mejor solista para convertir una obra desastrosa en un espectáculo que, como mínimo, ha hecho sonreír momentáneamente a los aficionados. Después de una primera media hora en que el Levante ha sido claramente superior y ha tenido el control del partido, el de Santa Perpètua ha rematado con la cabeza un centro en el segundo palo de Piatti y ha avanzado a su equipo al marcador. Injusto, sí, pero eso era lo de menos.

La premisa de los visitantes, no obstante, era clara: marcar un tanto fuera de casa se traduciría en un gran paso hacia los cuartos de final de la Copa. Y aunque el juego de los catalanes ha mejorado y su actuación ha ganado en harmonía y afinación, siete minutos después un error de Víctor Sánchez ha condenado a todo el conjunto: manos claras dentro del área, penalti polémico después de una acción discutible en que la pelota podría haber salido del terreno de juego y definición perfecta de Morales. Y a partir de entonces, la batuta la ha vuelto a tener el Levante hasta que el árbitro, regañado con fuerza, ha silbado el final de la primera mitad.

Muñiz ha sorprendido con una propuesta muy diferente a la que presentó hace poco más de dos meses. De rocoso a fresco; el conjunto valenciano ha demostrado que, si lo quiere, tiene capacidad para ser proactivo y olvidarse del antifútbol que los caracteriza. Morales, Campaña y Bardhi se han aliado para destrozar al doble pivote del Espanyol, formado por David López y el mismo Víctor Sánchez, y se han salido con la suya. Por su parte, la puesta en escena del director de orquesta Quique ha seguido decepcionando mucho, y más teniendo en cuenta que, por separado, la calidad de sus músicos pide a gritos más grandilocuencia, brillo y virtuosidad.

Premio al fútbol defensivo

Aun así, los visitantes no han aprovechado las ocasiones cuando han tenido la iniciativa y lo han sufrido cuando, en la reanudación, el Espanyol ha reaccionado. La rebelión ha sido tan buena que, de hecho, cuando todavía no había pasado ni un cuarto de hora desde la salida de los vestuarios el Levante ya podía estar contento con el resultado.

Gerard Moreno ha vuelto a poner la magia, Sergio García ha enviado una pelota al palo e incluso Naldo ha tenido dos oportunidades claras para deshacer el empate. Y ante el monopolio, paso atrás de Muñiz, que ha cambiado un mediocampista de creación (Bardhi) por uno de destrucción (Doukure). Declaración de intenciones. El técnico asturiano dejaba el protagonismo a sus rivales y estos han querido hacerse escuchar con dinámicas más estridentes que afables, pero igual de poco efectivas.

Hasta el final del partido, los blanquiazules han tenido que masticar arena para buscar el gol de la victoria. La versión más desesperante de los granota ha aterrizado en el RCDE Stadium y no sólo les ha permitido mantener la igualada sino que ha conseguido sacar oro a partir de sus acciones al contraataque. En una gran jugada individual, Morales ha acabado haciendo un pase de la muerte a Ivi y este no ha perdonado. Jarra de agua fría.

El Espanyol lo ha intentado todo para dar la vuelta al marcador pero los postes y Raúl Fernández lo han evitado. Con el resultado final de 1-2, el Levante pone un pie y medio en los cuartos de final de la Copa del Rey.