Ernesto Valverde no quiere rendirse. A pesar del fuerte interés del Real Madrid por Nico Williams para la próxima temporada, el técnico del Athletic Club está decidido a impedir la salida de su gran estrella. El extremo internacional, que firmó una destacada Eurocopa 2024 y fue pretendido por el FC Barcelona el verano pasado, optó finalmente por continuar en San Mamés. Hoy, tras una temporada brillante, vuelve a estar en el escaparate europeo y es uno de los objetivos prioritarios del Madrid para la era post-Ancelotti.
Con la llegada casi asegurada de Xabi Alonso al banquillo blanco, el conjunto blanco busca renovar su ataque con talento joven, nacional y con proyección inmediata. Nico encaja perfectamente en ese perfil. No obstante, Valverde está decidido a frenar la operación: quiere convencer al jugador de que su desarrollo todavía tiene margen en Bilbao, donde puede seguir creciendo como líder indiscutible del equipo.
Valverde intensifica contactos con Nico y su entorno
El entrenador del Athletic ha intensificado en las últimas semanas su implicación directa en la operación. Ha mantenido conversaciones con Nico Williams y su círculo cercano para intentar reforzar el vínculo emocional del jugador con el club. El contexto familiar —con Iñaki Williams aún en la plantilla— y el sentimiento de pertenencia juegan a favor del técnico, que apela también al impacto deportivo de una hipotética marcha: perder a Nico significaría desmantelar uno de los pilares del proyecto bilbaíno.
Valverde cree que retener a Nico sería una señal contundente de ambición y estabilidad, y recuerda que el extremo ya rechazó al Barça en 2024, cuando Hansi Flick acababa de asumir el banquillo culé. Aquella decisión fue vista con decepción en el Camp Nou, pero podría convertirse en un alivio si finalmente no termina recalando en el eterno rival.
Cláusula activable, pero la decisión aún no está tomada
El principal obstáculo para el Athletic es legal y no negociable: la cláusula de rescisión de Nico Williams ronda los 58 millones de euros, una cifra asumible para el Real Madrid, que maneja ese presupuesto sin necesidad de vender. El club blanco planea reconfigurar su plantilla ofensiva con la llegada de nuevos fichajes.
En Valdebebas ven a Nico como complemento ideal para Vinícius y Mbappé, además de un perfil que encaja en su política de nacionalización progresiva del vestuario. Sin embargo, saben que no podrán competir con los argumentos emocionales que el Athletic puede ofrecer, y que será el propio jugador quien deba tomar la decisión final.
La continuidad de Nico Williams sería un alivio indirecto para el FC Barcelona, que evitaría ver cómo su gran objetivo del verano pasado acaba reforzando a su mayor enemigo. Pero sobre todo, sería una victoria moral para un Athletic que quiere dejar de ser un trampolín y empezar a ser destino.