Malcom Delaney, el jugador que este jueves se ha desvinculado del Barça de baloncesto de mutuo acuerdo con el club, ha explicado en una breve entrevista en el portal especializado Eurohoops por qué ha decidido abandonar la entidad culé.

Aunque algunas informaciones apuntaban que el conflicto se originó cuándo Delaney decidió pasar el confinamiento en los EE.UU. de manera unilateral, el base norteamericano –quién sólo tenía un año de contrato con el Barça– ha asegurado que su decisión sólo responde a cuestiones deportivas y a una oferta de renovación que nunca llegó.

"Cuando firmé por el Barça no lo hice para estar un solo año aquí. Barcelona era un lugar donde podía acabar la carrera. No era falso, no era un show, sentía que Barcelona podía ser mi casa", asegura.

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EFE

El problema, sin embargo, era de minutos sobre la pista, primero, y de falta de confianza con el club, después. "No me sentía cómodo con mi rol en el equipo, sentía que tenía que formar parte del quinteto inicial. Quería disfrutar de un papel más importante, en Barcelona o en cualquier otro sitio. Thomas Heurtel y Kevin Pangos (lesionados) no estaban jugando y, aunque yo era el único base, no era titular. Por mucho que no me gustara, lo hacía todo por el equipo", dice.

"La gente habla del dinero, pero para jugar en el Barça he ganado menos de lo que cobraría normalmente. He tenido un rol inferior. He jugado 22 minutos por partido, son casi los minutos que tenía en la NBA. Sentía que me merecía una renovación y nunca recibí ninguna oferta. Mis agentes dijeron que era algo que había que discutir porque había ofertas de otros clubs, pero el Barça nunca me lo pidió", apunta.

Delaney asegura que "no tiene nada negativo a decir sobre el Barça" y que siempre se ha querido quedar en el club, pero apunta que, incluso antes de la crisis del coronavirus, nunca recibió una oferta de renovación.

Con respecto al hecho de que decidiera confinarse en los EE.UU. con su familia, Delaney ha defendido su postura y ha revelado que se sintió excluido por el cuerpo técnico.

"Volví a casa para estar con los míos y para entrenar. En casa tengo la familia, una pista de baloncesto y un gimnasio. Tengo más espacio, puedo entrenar fuera. No vine para estar de vacaciones", dice. Y añade: "Cuando decidí liquidar el contrato, el Barça empezó a hacer entrenamientos a través de Zoom. En Barcelona eran las 11 de la mañana, o sea que en Baltimore eran las 5 de la madrugada. Pedí si podían retrasarlo tres horas o alguna cosa por el estilo, pero no pudieron. No me sentía parte del equipo. No he hablado con Pesic desde marzo, probablemente desde nuestro último partido", sentencia.