Dani Olmo afronta la nueva temporada con un mensaje contundente: no se conformará con ser un simple comodín en el esquema de Hansi Flick. El internacional español llegó al Barça el pasado verano como fichaje estrella, llamado a marcar diferencias en el centro del campo y en la mediapunta. Sin embargo, los problemas físicos le han lastrado desde su llegada, impidiéndole tener la continuidad necesaria para consolidarse como pieza indiscutible. Ahora, totalmente recuperado, Olmo quiere demostrar que está preparado para ser protagonista en cada partido.
Dani sabe que tendrá competencia
El ex del Leipzig es consciente de que el escenario no será sencillo. La irrupción de Fermín López, uno de los jugadores más destacados de la pretemporada, ha elevado la competencia en la medular. Flick valora mucho la intensidad, llegada y sacrificio del joven canterano, hasta el punto de que muchos lo ven como un serio candidato a arrebatarle el puesto a Olmo en el once inicial.
En los entrenamientos de las últimas semanas se ha visto a un Olmo mucho más activo, con confianza en sus movimientos y con la claridad habitual en su juego. Flick le ha probado en varias posiciones: de interior, de mediapunta e incluso caído a una de las bandas, demostrando su versatilidad. No obstante, Dani tiene claro que quiere dejar de ser el jugador multiusos para convertirse en el futbolista imprescindible que el Barça fichó en 2024.
La competencia interna, lejos de ser un problema, podría ser la motivación que Olmo necesitaba. Fermín es una amenaza real para su estatus, pero también una oportunidad para sacar su mejor versión. Flick, por su parte, ha dejado claro que su confianza está en todos aquellos que se ganen el puesto en el día a día, sin mirar nombres ni jerarquías previas. Y Olmo parece haber recibido el mensaje: en cada entrenamiento, su intensidad es máxima, consciente de que cada detalle cuenta para el técnico alemán.
La ambición de Olmo encaja con las necesidades del Barça en una temporada en la que la exigencia será máxima. Con el regreso de la Champions como gran objetivo, Flick necesita jugadores que den un paso adelante en los momentos clave. Dani Olmo quiere ser uno de ellos y no piensa aceptar un rol secundario en un equipo que necesita líderes dentro y fuera del campo.
En definitiva, Dani encara el curso con la determinación de revertir cualquier duda sobre su rendimiento. Sabe que el reto no es sencillo, pero está preparado: su objetivo es convertirse en un indiscutible del Barça, no en un simple comodín de Flick.