En el Barça empieza a haber tensiones internas que ya no se esconden. La defensa, uno de los puntos más frágiles del equipo esta temporada, está generando frustración incluso entre los jugadores más jóvenes. Pau Cubarsí, que se ha asentado como una de las grandes revelaciones del curso, ha llegado a un límite. El central está cansado de tener que corregir errores ajenos y ha decidido dar un paso al frente dentro del vestuario.

El señalado no es otro que Jules Koundé. El francés atraviesa una temporada muy por debajo de lo esperado, especialmente en el apartado defensivo. Sus despistes constantes, su mala lectura de la línea del fuera de juego y su falta de contundencia están comprometiendo al equipo partido tras partido. Y quien más lo sufre es Cubarsí, que suele defender en ese mismo flanco y se ve obligado a multiplicarse para apagar fuegos provocados por el francés.

Cubarsí dice basta a los errores de Koundé

La situación ha llegado a un punto en el que Cubarsí ya no está dispuesto a seguir asumiendo responsabilidades que no le corresponden. En varios partidos recientes, el joven central ha tenido que salir a cubrir la espalda de Koundé cuando este rompe la línea defensiva o pierde la marca, generando ocasiones claras para el rival.

Jules Kounde celebra gol Barça Champions League Europa Press
Jules Kounde celebra gol Barça Champions League Europa Press

Según fuentes del vestuario, Cubarsí le ha dado un toque de atención directo y claro. El catalán ha transmitido que no puede seguir jugando a ese nivel tan bajo, que sus errores están penalizando al grupo y que no siempre va a estar alguien detrás para corregirlos. A pesar de su juventud, Cubarsí entiende el juego, manda en la defensa y no se esconde si alguien se equivoca. Esa actitud contrasta con la de Koundé, que parece desconectado, falto de concentración y lejos del nivel que le llevó a ser un fichaje estratégico.

Una defensa en crisis con un señalado

El cuerpo técnico es plenamente consciente del problema. Hansi Flick observa con preocupación cómo la fragilidad defensiva se repite siempre por el mismo costado. Los errores de Koundé son un problema que no se puede perpetuar.

Así pues el nivel del francés preocupa, su continuidad ya no está fuera de toda duda y este tipo de avisos son una señal clara. En el Barça lo tienen claro: si no hay reacción inmediata, Flick tomará decisiones.