Si Leo Messi y Neymar Jr fueran juveniles nunca les dejarían jugar en el mismo equipo. Son dos jugadores diferenciales y su química en el campo se traduce en éxitos para el Barça. El 0-1 en Celtic Park ha sido una repetición de los últimos goles de Messi. Misma jugada. Mismos protagonistas. Mismo resultado.

Messi marca y Neymar asiste. Dos roles inamovibles en este primer tramo de temporada. Messi ya suma 100 goles en partidos internacionales con el Barça y es el máximo goleador de la Liga de Campeones con nueve goles en cuatro partidos. Un virus estomacal le obligó a descansar contra el Málaga y el equipo lo notó. Especialmente Neymar.

La relación entre ellos no es entre iguales. Neymar, un líder precoz que sería la estrella en todos los equipos del mundo, trabaja al servicio de Messi. Se buscan en todas las jugadas y casi siempre se encuentran. Todos los ataques se pueden alargar uno o dos toques más si se trata de embellecer el fútbol. Los dos entienden el juego como un espectáculo y lo consiguen por diferentes vías. Messi es pragmático, Neymar es espectacular. La suma de pragmatismo y espectáculo es el gol.

Contra el Manchester City en el Etihad Stadium y contra el Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán. Dos rivales grandes y dos escenarios de altura. Ingleses y sevillanos sufrieron, en primera persona, la combinación de talento argentino y brasileño. Los fogonazos brillantes de los dos jugadores les permiten desaparecer durante tramos del partido. Nadie, a día de hoy, osaría criticar desapariciones transitorias porque su fútbol siempre responde.

El Barça ha tenido la inmensa suerte de que los caracteres de Messi y Neymar hayan sido complementarios. La relación entre los dos recuerda a cómo acogió Ronaldinho a Messi cuando este acababa de saltar en las portadas de los diarios por una exhibición contra la Juventus en un Trofeo Joan Gamper. Messi creció en la sombra de uno Pilota de Oro que decidió apagarse antes de tiempo. Ahora, con la lección bien aprendida, guía a un Neymar que ya ha conseguido colarse entre los tres mejores del mundo.

Messi entiende a Neymar como uno de los suyos. Siempre lo quiere tener cerca, tal y como hace con Andrés Iniesta o hacía con Xavi Hernández. Los años le han dado a Messi la experiencia necesaria para aprender que su papel lo potencian los compañeros. La selección argentina es el mejor ejemplo. La falta de un ecosistema propicio vulgariza su juego. Con Neymar, eleva el del Barça.

La noticia de la temporada para el aficionado culé sería que el Barça llegara a un acuerdo con Messi para la renovación de su contrato. El '10' se ha ganado poder decidir como, donde y por cuanto quiere firmar y el club tendría que hacer lo posible para satisfacer sus exigencias. Porque después de atar a Neymar hasta el 2021, asegurarse a Messi sería la mejor manera de seguir sumando títulos a las vitrinas del Camp Nou.